Un descubrimiento casual
Las pinturas góticas de Cebrones del Río se descubrieron en el año 1995 de forma casual, cuando, al retirar un retablo para demoler la iglesia, se observaron escenas de la Pasión de Cristo, un pantocrátor y a San Esteban y San Lorenzo a los lados de éste. Estos frescos, a los que corresponde la imagen, se restauraron y se comprobó que existían otros en las paredes laterales, tras realizar catas en el encalado.