La Junta no usará antibiótico alguno contra el fuego bacteriano

El jefe del servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta en León, Fidentino Reyero, aseguró ayer a este periódico que la Administración autonómica no aplicará antibióticos a los árboles afectados por el fuego bacteriano, tal y como pidieron las juntas vecinales de Villarmeriel, Morriondo, San Feliz y Quintana del Castillo, pertenecientes a este último municipio, a través de Diario de León en su edición de ayer. El responsable autonómico argumentó tal decisión en que «la ley que regula la erradicación del fuego bacteriano contempla, por ahora, como único tratamiento contra él, el arranque y destrucción de los ejemplares afectados. Si en algún momento la normativa incorpora otros tratamientos, podríamos valorar su puesta en práctica», señaló. Reyero, a peticiones en tal sentido de las pedanías, señaló que «la consejería de Agricultura está abierta a estudiar la posibilidad de ayudar a la replantación en las zonas afectadas por el fuego bacteriano, aunque ésta no podrá comenzar hasta dos años después del último caso diagnosticado». Abogó por esperar a conocer los resultados de las prospecciones que la Junta retomará en primavera «porque si aparecen nuevos focos, el tiempo para las repoblaciones empezaría a contar de nuevo», dijo. Además, Reyero aceptó la solicitud de los citados pedáneos de que la Junta organice cursillos de poda y desinfección de herramientas a los agricultores, como forma de frenar el avance de la enfermedad. El 65% Calculó que los técnicos han arrancado el 65% de los árboles marcados para su retirada y estimó que esta labor terminará entre finales de enero y principos de febrero, en función, matizó, de las condiciones climatológicas. El responsable autonómico señaló también que su departamento ya inició la tramitación para el pago de las indemnizaciones a los afectados, aunque dijo desconocer si la dirección general de Producción Agropecuaria, que asumirá estas tareas, había comenzado los ingresos u optaría por realizar un pago único en diciembre. Respecto al origen de la enfermedad, descartó que pudiera estar en la importación de plantas contaminadas de Holanda o Centroeuropa, y señaló que «la Junta ha realizado el control de los viveros de forma constante»