Aire nuevo para Santa Catalina

La villa de Cistierna cerró un fin de semana protagonizado por los actos de la feria de Santa Catalina que tuvieron lugar en la plaza Carlos Álvarez y que congregó a numeroso público a pesar del frío reinante durante los tres día. Una feria que a lo largo de sus muchos años de existencia ha tenido dos clara etapas: la primera desde sus inicios hasta hace unos veinte años, cuando la feria congregaba a cientos de reses de vacuno, ovino, caprino y porcino y donde la base de la feria estaba en la transacción de animales que engrosaban el número de reses de otras explotaciones y el sacrifico, como forma de subsistencia especialmente referido al gocho, base de la alimentación de muchas familias de la comarca y de sus hijos que trabajaban fuera. La pérdida de la ganadería y la agricultura reducida ahora a la más mínima expresión hizo que la feria se perdiese y unos años más tarde se volviese a recuperar con la presencia de reducidos números de animales que con el paso del tiempo dejaron de estar presentes en la feria como consecuencia de la brucelosis. Eso obligó al Ayuntamiento de Cistierna a dar un nuevo sentido a la feria de Santa Catalina. Ahora todo se encamina en mantener una tradición y en poner en marcha un forma de promocionar los productos agroalimentarios de la comarca de la que viven muchas familias. Se busca complementar esta feria con más actos que hagan atractivo los días de su celebración. Así la feria en esta última edición tuvo se preámbulo con la celebración de las jornadas de la matanza y el primer concurso de micológico Villa de Cistierna, en el que en la categoría infantil los ganadores fueron Álvaro Trinidad Álvarez, por la cesta con más variedad comestible, y Diego García por la cesta mejor presentada. En la categoría de adultos los ganadores fueron María Trinidad Salas, por la cesta mejor presentada y la cesta con setas tóxicas, Eloy García por la cesta de mejor comestible e Isidoro Barrio por el ejemplar menos común. Otro de los eventos que cada año tiene una mejor respuesta es la exhibición y concurso de mastines que en esta ocasión congregó a más de medio centenar de ejemplares siendo el mejor premio de hembras para Duna, de Isidro García de Cuadros y el mejor ejemplar de machos para Castillo de Juan Carlos López, de León. La feria ha permitido a la gente la degustación de productos del cerdo como el picadillo o la morcilla o los 400 kilos de castañas en la representación del magosto.