Las promesas de los plazos se desvanecieron con el paso del tiempo

Desde que el pueblo de Prioro sufrió la desgracia de los efectos de la caída de un rayo en la iglesia que acarreó varios heridos y cuantiosos daños en el templo y en algunos edificios próximos, las muestras de solidaridad fueron continuas a los largo de los días siguientes a aquel 19 de abril. Los compromisos de las administraciones llegaron pronto en forma de aportaciones económicas para subsanar los daños materiales, especialmente de la iglesia. Entonces se afirmó que lo prioritario era acelerar los trabajos y se iban dando fechas que no se han llegado a cumplir. Primero se habló de que la iglesia estaría dispuesta para acoger las misas en septiembre, después en octubre y ahora será febrero del próximo año. Los vecinos de Prioro muestran su inquietud cada mes que pasa y la iglesia siguen sin poderse utilizar, ya que son conscientes que las escuelas no es lugar más apropiado para acoger las homilías. A pesar de todo siguen siendo pacientes. «¿Que le vamos hacer? Habrá que esperar a ver si por fin finalizan las obras que se están alargando más de lo esperado por todos, según se nos informaba», señalan varios vecinos mientras contemplan la colocación de la espadaña.