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El maquetista medieval

Valentín Mon Aláez, Puerro de Oro de la feria de San Simón de este año, transmite con sus reproducciones el esplendor de Sahagún y de los monumentos que conserva

Detalle del interior de la maqueta del monasterio benedictino realizada por Valentín Mon y su hijo

Publicado por
Paco Alcántara - sahagún
León

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Valentín Mon Aláez se aficionó sin querer a las maquetas y a la historia. Ya cuenta con su carné de investigador que le abre los más recónditos archivos, donde indaga y se documenta para poder reconstruir, con «fidelidad», los edificios más singulares de Sahagún y que la «gente de mi pueblo sepa lo que tuvo y no se haga más conjeturas». Gracias a sus «sernas», en un lugar preferente de la iglesia mudéjar de San Tirso se resuelve uno de los enigmas medievales más singulares, la estructura del desaparecido Monasterio de San Benito de Sahagún, a escala 1/50. «Sólo disponíamos de los planos de planta y los restos de la iglesia abacial», explica Mon, dando detalles de su labor arqueológica, «con la ayuda de mi hijo Jorge, que es quien realiza las mediciones, pasamos muchas horas en las ruinas hasta conseguir las proporciones reales del edificio y, de esta forma, dar vida a lo que fue un imponente abadía medieval». Un trabajo laborioso Con paciencia benedictina, este visitador médico, echó muchas horas dibujando planos del monasterio, «no sé el tiempo que le he dedicado, pero sí he contado las piezas de madera que he necesitado, unas 24.000, y otras 11.200 tejas de arcilla para cubrir la techumbre». La maqueta del Monasterio de San Benito permite conocer cómo era el claustro, la sala capitular, las celdas de los monjes, la biblioteca y, hasta, la bodega. «Llevo doce años estudiando los pormenores de este centro religioso que compitió en poder con el de Cluny y me he asesorado acudiendo a historiadores y arquitectos». Nadie discute, ni pone un pero a esta reconstrucción. Convento de San Francisco También es meritorio el duplicado que consiguió en la maqueta que realizó del Convento de San Francisco, lo que hoy es el Santuario de la Peregrina, fundado a mediados del siglo XIII y futuro centro de Estudios Jacobeos. «Este monumento lo he levantado a escala 1/47 y he computado hasta 2.670.000 cortes de sierra». En la actualidad, este santuario facundino está siendo habilitado y será entregado en poco más de un año para que albergue el centro de estudios del Camino de Santiago, al que está estrechamente ligada la capital de Tierra de Campos leonesa. El nuevo proyecto en el que anda inmerso este aficionado a la historia local es mucho más ambicioso, reproducir la desaparecida iglesia mudéjar de Santiago, «oculta entre la viviendas de la plaza del mismo nombre y de la que solo se conserva el arranque de sus tres ábsides y parte de un muro». Lo primero, como siempre, «será tomar medidas sobre el terreno, entonces, mi hijo, buscando las proporciones, me da las cifras de la altura del edificio y otros datos que me permiten dibujar el alzado». El primer paso La afición surgió por casualidad, «fue a partir de una primera maqueta de la Torre del Reloj, que iba a regalar a mi mujer». Ahora los depositarios de sus trabajos son sus vecinos, «las he donado todas al pueblo de Sahagún». El trabajo y la labor minuciosa que realiza este artesano ya ha sido reconocida por todo su pueblo. Este mismo año, durante la celebración de la feria de San Simón, que cada año se celebra en Sahagún, sus vecinos le galardonaron con el Puerro de Oro. Durante su discurso en el Auditorio Municipal Carmelo Gómez, Valentín Mon Aláez anunció la cesión de sus maquetas de La Peregrina, los restos del monasterio y de San Benito y la iglesia de Santiago, «al pueblo de Sahagún». El objetivo de este visitador médico reconvertido en maquetista es que el Ayuntamiento los exponga al público en un lugar digno donde puedan ser observadas por todo el mundo» y así también se refleje el esplendor arquitectónico y cultural de su pueblo.