El museo etnográfico de la Cepeda abrirá en primavera con 150 piezas

El futuro museo etnográfico de la Cepeda abrirá la próxima primavera en el antiguo palacio de los Pernía con una exposición de 150 piezas, según confirmó Benito Álvarez Escarpizo , director del centro cultural impulsor de la iniciativa. Los fondos, cuya recopilación ya ha finalizado, incluirán cuatro tipos distintos de carros y de arados, diversos útiles domésticos o aperos de labranza, todos ellos con una antigüedad de entre los años treinta y los cincuenta del siglo pasado, apuntó Escarpizo. Gran parte de ellos corresponden a la colección privada de éste último. El museo constará de varias secciones, y las piezas serán distribuidas entre la sala de la planta superior, el patio y una estancia del piso inferior. En ésta última será recreada la antigua cocina de humo cepedana, mediante la disposición de los utensilios domésticos como masera, fogón para potes, escaños, mesas tocineras, horno y menaje. El resto de las piezas incluirá cestería de mimbre y salguera, escriños de zarza, aventadoras, cinco clases distintas de trillo, y otros muchos utensilios empleados por los vecinos de la zona en la ejecución de las diversas tareas de labranza y trabajo en el campo, apuntó Escarpizo. Esta exposición será el eje central del museo etnográfico, aunque el centro cultural albergará de forma provisional otras muestras alusivas a la indumentaria o la escuela en la zona, la flora y la fauna, los productos del campo, o la caza y la pesca en la comarca, apuntó el director de las instalaciones. El depósito Escarpizo señaló que dispone ya de documentación reservada sobre estas cuestiones, pero adelantó que solicitará el depósito de varias piezas para recopilar más fondos para estas exposiciones temporales. Abogó porque el edificio sea un centro didáctico con actividades para escolares de primaria y secundaria, y planteó la posibilidad de destinar el patio a propuestas deportivas y a otras que recuperen los juegos tradicionales, como los bolos, el tuso, la pina, la bigarda, el aro o el castro. Tampoco descartó la organización de actos culturales o de intercambio con otros museos. «Queremos que la gente venga al museo que recoge la historia de sus antepasados», indicó.