¿Cosas de hombres?

Una decena de mujeres, algunas de ellas maduras, han demostrado en Astorga que el mundo de las chapuzas típicamente masculinas no tiene secretos para ellas. Durante un curso de 20 horas de duración que terminará mañana han puesto manos a la obra y han logrado desenvolverse con soltura en cuestiones como el manejo de diversos tipos de herramienta, pequeñas reparaciones de carpintería, pintura, tapado de grietas y agujeros o esas labores de fontanería a veces tan misteriosas para las féminas. La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento, es la continuación del curso de cocina para hombres realizado hace unos meses. Francisco José Fernández, de la empresa ServiOcio siglo XXI, ha sido el encargado de impartir las clases, que se desarrollaron durante dos horas los lunes, miércoles y viernes por la mañana. El monitor destacó la gran inquietud mostrada por las alumnas, que hasta se llevaban a las clases sus pequeños problemas domésticos para resolverlos entre todos. ¿Quién no ha tenido alguna vez dudas de cómo extraer el filtro de la lavadora o por qué no funciona una bombilla recién comprada? Estos y otros grandes misterios han sido solucionados durante el curso, en el que las asistentes han aprendido otras cuestiones, como la forma correcta de colgar un cuadro, cómo arreglar un portarretratos, cómo reparar las cuerdas de una persiana o cambiarla, o cómo sustituir las zapatas de los grifos para que no goteen. Estas alumnas tan aplicadas han aprendido también a cambiar interruptores de las paredes, sustituir enchufes de pequeños electrodomésticos, construir una lámpara de mesita o renovar el cableado de lámparas antiguas. Y todo eso en veinte horas. La favorita, la electricidad Las asistentes a este curso mostraron su satisfacción por todo lo aprendido durante las clases, y estimaron que estas labores no son exclusivas de los hombres y que las mujeres pueden desarrollarlas con idéntica capacidad a ellos. Las tareas de tipo eléctrico parecen haber sido las que mayor interés despertaron, sin menospreciar otras relacionadas con la fontanería. Las alumnas coincidieron en señalar que este tipo de experiencias formativas ayudan a realizar esas pequeñas reparaciones para las que, en ocasiones, tan difícil resulta conseguir mano de obra profesional. Las mujeres también indicaron que los sencillos desperfectos, como los citados, son los más frecuentes en los hogares, y que saber repararlos supone un gran ahorro de tiempo. El lunes tendrá lugar la clausura con la entrega de diplomas. Las alumnas recibirán también un pequeño dossier con las enseñanzas adquiridas, y con consejos y trucos, para que puedan consultarlo en caso de duda.