Una piedra en el camino

Las dos señales colocadas en el Camino de Santiago en la localidad de Grajal de Campos fueron arrancadas y lanzadas al reguero cercano a la carretera. La primera, permanece allí desde hace más de un año junto con la que fue colocada a principios de diciembre. Estos mojones indicativos señalan la Ruta Jacobea que nace en Madrid y siguiendo el curso del río Valderaduey, se engancha con el Camino Francés hasta Santiago de Compostela. La iniciativa de los indicadores del Camino de Santiago fue llevada a cabo por los grupos de acción local de las provincias que cruza esa ruta en Castilla y León -Segovia, Valladolid y León- para dar a conocer y promocionar las zonas afectadas por la ruta. En la provincia leonesa los monolitos de granito se colocaron en santuario de La Peregrina, en Sahagún, a la entrada de Grajal de Campos y en Arenillas de Valderaduey. Algunos vecinos apuntan a que es fruto «de la casualidad» que los dos mojones indicativos hayan sido arrancados y tirados al reguero porque no entorpecen el acceso a ninguna finca ni la circulación y su única función es orientar a los peregrinos. La actuación de los grupos de acción local incluyeron la señalización de la ruta a través de los mojones de granito para indicar el Camino en el campo y la implantación de localizadores para el resto del trazado. Además, en el cruce del Camino de Santiago de Madrid con el Camino Francés se colocó un crucero para establecer un recordatorio básico que permita significar el enlace de estas dos rutas a los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Los instalados en la provincia leonesa señalan puntos claves del Camino. El objetivo, contribuir al desarrollo social y económico de los pueblos marcados por la ruta Jacobea.