El acto tuvo lugar en la ermita del Arrabal como viene haciéndose desde hace 500 años
La cofradía de San Antón celebra su fiesta sin la asistencia de un cura
Los hermanos no quieren entrar en la polémica de la propiedad del templo y evitar así divisiones
Los miembros de la cofradía de San Antón ayer antes de entrar en la ermita para honrar a su patrón
La cofradía de San Antón de Laguna de Negrillos celebró ayer la fiesta en honor a su patrón sin la presencia de un sacerdote que asistiera a los actos religiosos. Como viene siendo tradición desde hace más de 500 años el evento principal, una misa, tuvo lugar en la capilla dedicada al patrón ubicada en la ermita del Arrabal. Uno de los hermanos tuvo que rezar un rosario en sustitución de la eucaristía. El mayordomo, Amador López, lamentó que este año no hubiera ningún sacerdote para oficiar el acto, aunque no quiso entrar en polémicas sobre la propiedad del templo, tan famoso en las últimas fechas por los litigios que mantiene un grupo de vecinos con el obispado de León. «Este año ni siquiera pedimos un cura porque iba a venir a decir la misa en la iglesia de arriba, como el año pasado. Y eso iba a suponer que unos fueran allí y otros aquí a la ermita. Y queremos evitar la división por encima de todo», comentó uno de los ermanos de la cofradía. Con capa y sombrero Esta agrupación cuenta con una gran tradición en Laguna de Negrillos. Está compuesta sólamente por hombres pertenecientes a siete ramas familiares. Visten con capa y sombrero. Su principal actividad es la celebración de su fiesta en honor del patrón. Muchos años atrás, se bendecían los animales, principalmente burros, pero ya se ha ido perdiendo poco a poco. Total normalidad El acto de ayer, que transcurrió con total normalidad, contó con la presencia de más de 30 hermanos. Se reunieron en las inmediaciones de la ermita para entrar todos juntos a la una en punto de la tarde. Una vez dentro del templo los cofrades entraron en la capilla dedicada al santo donde se rezaron varias oraciones. Al acto asistieron, además, más de un centenar de personas. Tras la celebración religiosa se procedió a la subasta de las roscas, tartas y pasteles donados por distintos vecinos de la localidad, que tradicionalmente servían para financiar a la cofradía. No faltó la comida de hermandad a la que asistieron todos los hermanos en un restaurante de la villa. Hoy tendrá lugar la misa en memoia de los difuntos, que no será misa sino rosario.