El regidor no pudo rechazar ceder la vara de mando a las damas en el día de su fiesta
Las águedas ya tienen su bastón
La jornada incluyó como principal novedad la procesión de la talla en madera de la patrona
La cofradía penitencial de las Águedas de El Salvador dejó ayer bien claro quién manda en La Bañeza: las mujeres. Ni siquiera el alcalde, la máxima autoridad municipal, pudo resistirse al empuje de las devotas de la santa, y no le quedó más remedio que responder con una sonrisa cuando éstas le arrebataron, con mucho desparpajo, la vara de mando, en una de las jornadas festivas más tradicionales de la ciudad. Las mujeres, vestidas con sus hermosos trajes típicos, entraron al ayuntamiento cantando y haciendo sonar las castañuelas. Con vivas a las cofrades y a santa Águeda, en un abarrotado salón de plenos, entretuvieron la espera del regidor. Cuando la paciencia se iba agotando empezaron a corear: «¡Que salga el alcalde! ¡Queremos el bastón!». Palazuelo, muy obediente, irrumpió en escena ante el aplauso de las féminas, que pronto guardaron silencio para escuchar a su águeda mayor, María Gorgojo. «Un año más al alcalde venimos a saludar en esta fiesta tan linda de amor y fraternidad», empezó ésta, para señalar después: «Pues ya ve señor alcalde, que como hoy nos toca mandar le pedimos el bastón y lo hará sin rechistar», advirtió el águeda. Para suavizar el tono, elogió la gestión municipal y admitió que «el centro de la ciudad está quedando genial», «el agua va mejorando en blancura y calidad» y «ya hay en marcha varias naves en el polígono industrial». «Ni un doblón» Pero, justo cuando Palazuelo empezaba a confiarse, Gorgojo le espetó: «Se merece descansar, y hoy para eso estoy yo», y añadió: «Y además de su bastón pedimos también propina pues para esta celebración no tenemos ni un doblón». El regidor respondió a las mujeres: «Hace años decidisteis acudir al ayuntamiento con vuestras mejores galas a pedir el bastón de mando y todavía no ha llegado un alcalde que os lo niegue y, desde luego, yo no voy a ser el primero», aunque a continuación, les recomendó que no abusaran del poder, sobre todo, contra el varón «que, aunque no os lo diga, os necesita y, en muchas cosas, os envidia», dijo. «En el siglo XXI, tomad este bastón como símbolo de los muchos logros que con esfuerzo e inteligencia habéis conseguido», añadió Palazuelo, «hasta llegar a todos los puestos de la sociedad que antaño os estaban vedados». El acto incluyó la imposición de la medalla y la banda a Olga Cabero como águeda de honor 2007. Ésta manifestó su gran ilusión por la distinción, así como por la marcha del proyecto del museo de la Indumentaria, para cuya exposición Cabero cederá numerosos trajes y ornamentos tradicionales. Sobre esta inciativa, Cabero indicó que «las obras empezarán pronto» y el alcalde matizó que el edificio que albergará la colección será dotado de las condiciones de seguridad y las mejoras precisas. Además, el águeda de honor reclamó la igualdad entre sexos para evitar el maltrato entre hombres y mujeres y apeló a la cultura y la educación como vías para que las mujeres «se defiendan en la vida». La jornada siguió con una misa en El Salvador y la procesión, por primera vez, de la talla de santa Águeda, obra de Luis Miguel Fernández Ruano. La imagen, de noventa centímetros de altura, está elaborada en madera de cerezo policromada, y fue bendecida el pasado 27 de enero por el párroco de El Salvador, Arturo Cabo. Las águedas compartieron después una comida de hermandad en el restaurante Madrid, a cuyo término disfrutaron con los bailes típicos que pusieron fin a una intensa jornada. «Pues ya ve señor alcalde, que como hoy nos toca mandar le pedimos el bastón y lo hará sin rechistar» MARÍA GORGOJO Águeda mayor «En el siglo XXI tomad este bastón como símbolo de los muchos logros que con esfuerzo e inteligencia habéis conseguido» JOSÉ MIGUEL PALAZUELO Alcalde de La Bañeza