Los temas bañezanos, desde el circuito hasta las obras, los preferidos por los autores
Las coplas traen la sátira a la realidad social en el entierro de la sardina
Al final, con máscara o a cara descubierta, la muerte iguala a todos, o eso dicen. Y es lo que pasa en La Bañeza con Don Carnal, aunque el fiambre sea pez, por eso de asegurarse el regreso del rey del placer para el año que viene. Las esquelas de Doña Sardina 2007 lucen en las calles desde hace días. «Feneció con resignación, sin ir a Mira quién baila y marcarse unos pasitos de Batuka», se lee en el necrológico anuncio, aunque la canción del grupo La Charra desmiente esta versión y apunta a un barbo malvado como responsable de la muerte: «Le dio mala vida y de los disgustos se murió de amor». Sea como fuere, la Peña de la Sardina deja otro cuadernillo de coplas populares que añadir a una colección que despelleja la actualidad en La Bañeza y comarca. Este año son veintisiete las composiciones que recoge el libreto, cuya temática se puede dividir en tres grandes bloques: política nacional, asuntos locales y elecciones, división que se realiza teniendo en cuenta que en algunos de las obras se puede saltar de un tema a otro, como en el carnaval el varón puede presumir de atributos femeninos por falsos que sean y hasta el alcalde pierde la barba y esto, por el contrario, sí es cierto. Las restricciones en el suministro de agua que quiere imponer el Ministerio de Medio Ambiente, el carné por puntos y Farruquito , Tejero y Roldán son los argumentos de las coplas de temática nacional, mientras que las que se ciñen a lo sucedido en la ciudad hablan de corrupción urbanística, el centro de salud, la Banda de la Soledad, el tránsfuga -que este año tampoco se salva-, las coplas del año pasado y la polémica que generaron, el circuito de velocidad, la Policía Local, la basura y la limpieza de ciudad, el arreglo de las calles de El Reloj y Manuel Diz y los olores que padecen los ciudadanos. Los políticos En cuanto a los versos pre electorales, hay autores que, ante tanta amabilidad de políticos y gobernantes, se pregunta si ya llega el Carnaval o si los comicios ya están cercanos. En otro se asegura que el alcalde camina, pero patina, se habla de las consecuencias del voto y se estrena en el género Isabel Recio: «¿Dónde vas Recia del alma?», le pregunta un anónimo escritor que le reprocha que «no sabes dónde te metes» en una composición de la que es protagonista y único personaje. En la segunda en la que aparece, comparte protagonismo con otros líderes políticos e incluso se cita la posible lista electoral del Moto Club Bañezano, que califica de «camisas de once varas». Ya desde las ocho de la tarde, el público se fue congregando en la plaza Mayor, a pesar de que el inicio del traslado del cadáver -este año, merluza que terminará en el estómago de los miembros de la peña organizadora- estaba anunciado para las ocho y media. El cortejo fúnebre estrenaba este año coche -el de la Policía Local, que abría paso-, si bien muchas plañideras y enlutados sardineros , ataviados con sus capas, sus sombreros de copa y portando el tradicional farolillo repetían entre los lloros y lamentos de la marcha fúnebre y los sones más ligeros, que se alternaron a lo largo del recorrido. Vino y escabeche La sardina ardió, aunque no con la rapidez de otros años, y la peña repartió el escabeche, el vino y los cuadernillos de coplas. José Miguel Ramírez González puso, ganador del concurso de coplas carnavaleras, puso el broche a la locura carnavalera bañezana, en una plaza Mayor con bastante público, en la que, pese a la cremación de cadáver de la juerga y, por tanto, el fin de la fiesta, algún inconformista organizaba la irrisoria degustación del Miércoles de Cecina . La comparsa aún estuvo un rato animando el cotarro con Paquito el chocolatero .