Un cierre de magia y fuego

No pudo ser. Pese a la genialidad de los invitados al Festival Internacional de Magia Ciudad de Astorga, el peaje de la autopista no desapareció, pese a lo que había vaticinado el sábado el pregonero de esta edición de la Piñata, Sergio Olalla. Sin embargo, los astorganos y todos los que quisieron ver el festival disfrutaron de un buen espectáculo en un Teatro Gullón que llenó su aforo al completo. El mago Karim condujo a los espectadores a través de un la fantasía de la magia, haciendo participar al público de los juegos de manos y otros trucos que realizaba entre las actuaciones. Frescura y buen humor caracterizaron a un Karim que dio paso a cuatro españoles y un francés, todos ellos renombrados ilusionistas en las diferentes especialidades que se pudieron ver ayer en el Gullón. También el público fue partícipe de los trucos de algunos de ellos, con más o menos apuro por subir al escenario o por prestarle al artista el billete de 50 euros que, irremediablemente, desaparecerá. El francés Mikael ha recibido el León de Oro en Las Vegas, Alberto Figueiredo trabaja en un programa que se emite por Canal Sur y Tele Madrid, Inés, la única mujer del cartel, es una de las mejor consideradas en España y ha participado también en la televisión, en el programa de Cuatro Nada por aquí , mientras que a Pedro III su fama le lleva por todo el mundo y Nacho Diago se llevó el primer premio del último certamen nacional de magia, celebrado en Barakaldo. 16.000 vatios de sonido, el fuego y la pólvora fueron protagonistas de la quema de la Piñata, dentro del espectáculo Despierta 07-Pir-Lux , que escenificó el grupo de teatro en la calle A Ras de Suelo, en las astorganas plazas de Santocildes y San Roque. La purificación Pir-Lux mantuvo la base de Despierta , el espectáculo original que ideó hace años el grupo astorgano de teatro en la calle para el final de esta fiesta carnavalera, en la que todo lo malo debe arder: la Piñatina descansaba, tras la juerga carnavalera del sábado, junto a la fuente de la plaza de Santocildes, iluminada con distintos puntos de fuego para arrancar a la protagonista de la manso de Morfeo. Las tracas que siguieron a la abundante luz terminaron por conseguir el despertar para iniciar entonces una loca carrera desde la plaza de Santocildes a la de San Roque, donde la Piñata aguardaba su sentencia definitiva: la hoguera. Toda la potencia de sonido a la que se ha aludido sirvió para acompañar al fuego en su purificación y a la colección de fuegos artificiales que Pibierzo hizo explotar al ritmo de la música.