La sentada para recuperar las tallas del convento ya suma cien inscritos

Más de un centenar de vecinos de Grajal de Campos se han inscrito ya para la marcha organizada en protesta por la decisión de las hermanas de la congregación de las Carmelitas Descalzas de llevarse diferentes tallas que los vecinos de la localidad consideran propiedad del convento, una vez que abandonaron las instalaciones en las que habían residido en los últimos años, alegando la existencia de una plaga de termitas que hacía inhabitable el lugar. La cofradía de San Antonio de Grajal de Campos, convocó una reunión el pasado domingo, al término de la cual se adoptó la decisión de fletar autobuses para organizar una sentada de protesta ante el convento de Toledo en el que ahora residen las religiosas, a las que el Obispado advirtió «que no se llevasen nada que no fuera suyo», según una nota pública emitida la semana pasada desde la institución religiosa. La medida se adopta para exigir el inmediato retorno de las imágenes, un Cristo Yacente del siglo XIV, la Inmaculada Concepción y San José con el Niño Jesús en brazos. Colectivos de habitantes de Grajal de Campos que residen fuera de la villa y de la provincia han anunciado ya que se sumarán a la iniciativa para reivindicar la necesidad de que las tallas desaparecidas regresen de nuevo a la población. La cofradía de San Antonio se reserva la posibilidad de suspender las procesiones de Semana Santa si no se produce el regreso de las tallas, circunstancia que ha suscitado el interés de diferentes medios de comunicación que trascienden el interés de las fronteras provinciales, a tenor de las llamadas telefónicas que se han recibido en las instituciones locales estos días.