«El pueblo no se va a callar»
-¿El resto de las monjas apoya la postura de la superiora? -Sería bueno saberlo. La madre no está elegida como nosotros, democráticamente; y ocupa el cargo desde hace muchos años. Tiene 75 años y es una mujer muy lanzada, de mucho carácter. Quizá me estoy excediendo, pero dijo la verdad y lo que me sale de dentro. En la congregación hay hermanas más jóvenes, hasta de 22 años, algunas con carrera. Pero hacen sus votos y luego... -¿Tienen la iglesia cerrada, se han llevado algo más? -Le han dejado la llave a un albañil, no al cura ni al pueblo. Han dejado algunas tallas, pero se han llevado aquellas a las que tenemos más devoción, de ahí nuestro dolor. -¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? -El proceso en el juzgado tardará meses, pero mientras el pueblo no se va a callar. La fe mueve montañas, y eso no lo van a tapar ellas. Vendremos dentro de dos meses, cuando sea necesario; si hay que vender una finca del pueblo se vende para pagar los autobuses, pero no vamos a parar hasta recuperar lo que es nuestra historia.