Diario de León

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La ciudad escondida

El subsuelo de Astorga oculta un complejo termal de grandes dimensiones cuya puesta en valor debe ir al ritmo de la urbanización de los solares que conservan estos vestigios

Panorámica de la sala fría o frigidarium, excavada en el número 5 de la calle Santiago Crespo

Panorámica de la sala fría o frigidarium, excavada en el número 5 de la calle Santiago Crespo

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Maite Almanza - astorga
León

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La capital maragata cuenta con un complejo termal abierto al público en la denominada Ruta Romana, y conocido como Termas Menores, y otro que, por el momento, permanece oculto, y del cual no se conocen ni siquiera sus dimensiones ni sus límites. «Lo que sí sabemos es que era de carácter monumental, podía ocupar incluso una manzana y llegar hasta las calles García Prieto y Manuel Gullón», desde la plaza de Modesto Lafuente en la que se encuentran algunos restos ya localizados, apuntó la arqueóloga municipal, Ángeles Sevillano. El ritmo de estudio de este complejo, denominado Termas Mayores por su tamaño, está supeditado a la progresiva urbanización de los solares de la zona, en cuyo subsuelo pueden ir apareciendo restos de este tipo durante la pertinente excavación. Hasta la fecha, sólo han sido analizadas cuatro fincas, en tres de las cuales han quedado conservados estos vestigios en sus sótanos, mientras que en la cuarta los restos permanecen en el solar, que no ha sido urbanizado, apuntó Sevillano, que precisó que el yacimiento «está en aceptable estado de conservación». De tamaño monumental Los técnicos han podido documentar hasta el momento sólo parte del itinerario termal, dependencias todas ellas de grandes dimensiones: un vestuario pavimentado con un mosaico de teselas blancas y negras, una sala fría con una piscina del tamaño suficiente para practicar la natación, una sala templada, y dos estancias para tomar baños de vapor, indicó la arqueóloga. «Todo es monumental en esas termas, empezando por los muros que fueron arrancados en los años setenta, cuando no existía la reglamentación actual, de casi dos metros de anchura, lo que da idea de la entidad de la estructura que debían soportar», precisó Sevillano. En cuanto al resto de estancias de las que podía constar el complejo, la arqueóloga indicó que «las termas podían complicarse hasta el infinito, con biblioteca, salas de masajes, o palestra para ejercicios gimnásticos. Pueden incluso ser simétricas, destinadas, respectivamente, al uso de hombres y mujeres, aunque cuando no son así se establecen horarios para cada sexo, con excepción de momentos de cierta promiscuidad, en los que se permite el baño conjunto», explicó. La adecuación para la visita de este complejo tendrá que esperar a que los solares que puedan albergar algún resto sean excavados, indicó la arqueóloga, que precisó que la Junta conoce la existencia de estas termas. Edificios públicos La arqueóloga municipal consideró que tanto las Termas Menores, que son visitables, como las mayores, eran de carácter público, y se diferenciaban en sus dimensiones, aunque estimó que las primeras podían pertenecer a un barrio concreto de la cuidado a lo que en la actualidad se considera un colegio profesional. Las menores conservan todas las dependencias habituales en este tipo de complejos, salvo un vestuario. «Éste fue excavado en primer lugar, y se comprobó que estaba calefactado. Su estado de conservación no era aceptable por lo que no se preservó. Años después, al aparecer el complejo termal en solares cercanos, se pudo interpretar aquella estancia como tal vestuario», indicó Sevillano. La voluntad municipal es poner en valor estos restos lo antes posible, precisó el concejal de Turismo, Luis Álvarez, aunque antes sería preciso analizar cómo plantear un proyecto integral para todo el complejo, dado que algunos solares no tienen comunicación entre sí, lo que complica la visita del público, apuntó Sevillano.

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