| Reportaje | Cistierna escribe entre líneas |
Leer bien no es un cuento
El Ayuntamiento de Cistierna celebró el Día Internacional del Libro con un rastrillo de ejemplares usados y actividades encaminadas al fomento de la lectura, con una notable asistencia de público
Participantes en las actividades celebradas en Cistierna estos días
Con motivo del Día Internacional del Libro y la clausura del segundo taller de animación a la lectura, el Ayuntamiento de Cistierna, a través de la Concejalía de Asuntos Sociales y el Punto de Información Juvenil, puso en marcha un rastrillo de libros usados procedente de la biblioteca pública local, que se instaló a la entrada de la Casa de Cultura y que contó con la asistencia de numeroso público, especialmente niños y niñas, que pudieron disfrutar además con la actuación de un cuentacuentos en el salón de actos, donde además de hablar de los cuentas, hubo momentos para la magia. A la conclusión se hizo entrega de los diplomas del taller de animación a la lectura y de los premios del concurso de marcapasos que habían sido expuestos a la entrada de la Casa de Cultura. Este es el segundo año en el que se lleva a cabo esta iniciativa y en esta ocasión ha contado con más de un centenar de padres y niños que quisieron participar en los actos del día del libro. Libros a tres euros En el rastrillo se podían adquirir libros usados a tres euros, con predominio de los infantiles, los más solicitados, aunque también hubo ocasión de adquirir otros ejemplares curiosos que llamaron la atención a algunos padres. Esta idea además de ayudar a los más pequeños a que se conciencien con la lectura, permite dar salida a muchos de los que se van quedando obsoletos por la falta de lectura, pero que en este tipo de rastrillo siempre llaman la atención a curiosos y lectores. El inicio de toda esta experiencia tuvo lugar a finales del pasado año con la puesta en marcha del taller de animación a la lectura que se celebró una vez por semana. En él han participado una veintena de niños y niñas, que tenían que leer un libro elegido por ellos y después convencer al resto de su importancia. Además se dibujaban personajes de los libros para posteriormente hacer una representación del argumento del cuento elegido. Además en el taller se enseñó a la confección de los marcapáginas que posteriormente cada alumno iba decorando a su gusto con dibujos en su mayor parte de los libros leídos.