La depuradora para la piscina costará 48.000 euros y estará lista en un mes

La piscina fluvial de Cebrones del Río dispondrá de una depuradora. La instalación de baño estará lista para este verano, sin los inconvenientes que resultaban de la entrada y salida constante del agua del río Órbigo, sistema que se empleaba hasta el momento. El coste de la obra es de 48.080,97 euros, de los que un 41,60% llegan de la Asociación Poeda (Páramo-Órbigo-Esla), a la que pertenece el municipio de Cebrones. En este sentido, según explicó el alcalde, Pedro Gallego, el Ayuntamiento solicitó la ayuda para un proyecto que financiará la junta vecinal de la cabecera del municipio. El coste de la obra se reparte entre los 20.000 euros de la subvención concedida por Poeda y 28.080,97 euros que aportará la pedanía. Se estima que los trabajos, que ejecutará la empresa Anpiclor, S.L., se prolonguen durante un mes, por lo que está garantizado que la piscina fluvial esté lista para cuando lleguen los rigores del calor. Tomas y salidas de agua Las obras, además de crear el lugar en el que se albergue la maquinaria, consisten en la instalación de las tomas y salidas de agua necesarias para que el agua circule, con dos grandes sumideros en el fondo -también aquí se instalan las salidas de agua- y otros en dos de los laterales de la instalación, en forma de «L». La depuradora tomará el agua de un pozo de la zona deportiva del pueblo o bien del río. Una vez llena, funciona en circuito cerrado, como cualquier piscina. Según Pedro Gallego, el número de cuerpos de la depuradora se ampliará en un futuro, de manera que se acorte el tiempo de trabajo de la estación. La piscina fluvial de Cebrones del Río se inauguró en el verano del 2004. La obra de la piscina y el acondicionamiento del área supuso una inversión de 175.000 que afrontó la Junta vecinal. El mantenimiento Con 1.100 metros cuadrados de superficie, la piscina alcanza una profundidad de 1,74 metros. La entrada de agua directamente de Órbigo obligaba a realizar una tareas de limpieza especialmente trabajosas, ya que la materia en suspensión que arrastra el cauce se acumulaba en el fondo del vaso. Para eliminarlo había que vaciar de agua la instalación.