Eduardo Fernández pide a MSP que recoloque a la plantilla para realizar la restauración
La Junta inspeccionará El Feixolín el lunes para dictaminar la situación
El subdelegado traslada al presidente la crisis y ofrece «la mayor diligencia» en lo que le competa
La de ayer fue una jornada maratoniana en cuanto a reuniones, en un intento de alcanzar cuanto antes una solución, a ser posible de consenso, para el cielo abierto del Feixolín. Durante más de dos horas el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, se reunió con los representantes del comité de empresa de la MSP, de los sindicatos mineros, la empresa y el Ayuntamiento de Villablino. Poco después de las nueve de la noche comenzaba otra reunión, esta vez sin la presencia de la empresa, en la Subdelegación del Gobierno, con Francisco Álvarez. Fue el colofón a un día que transcurrió para los afectados de despacho en despacho. Sobre el primero de los encuentros en León, se resolvió que el próximo lunes los técnicos de Minas y Medio Ambiente de la Junta visitarán El Feixolín para comprobar las condiciones en las que se ha producido el cierre, con el objetivo de preparar el informe solicitado por el juez a la Junta. Según Fernández, su intención era trasladar este informe la próxima semana, pero la MSP advirtió ayer al delegado que no entregará su proyecto sobre las medidas de seguridad y restauración hasta el próximo viernes, lo que retrasará el informe administrativo. Eduardo Fernández pidió ayer a la empresa que no ejecute los despidos de aquellos trabajadores que deban quedarse realizando las tareas de restauración, «porque es seguro que tendrá que contar con empleados». En cualquier caso, el delegado insistió ayer en que la situación no se produce por un enfrentamiento entre la Junta y la empresa: «No es una discusión administrativa, el cierre responde al cumplimiento estricto de una sentencia judicial». Por eso, Fernández insistió en que si la MSP mantiene que durante los últimos meses ha realizado labores de restauración en la corta «debe ir al Juzgado y solicitar una prueba pericial. Pero tiene que dejar de discutir con la Junta y discutir con los jueces». El delegado hizo hincapié en la necesidad de que la empresa garantice las medidas de seguridad necesarias para el cierre, así como la restauración. «En el proyecto que presentó hace diez meses se contemplaba que para ello necesitaba material extraído de la Ampliación del Feixolín, pero como esta no se ha autorizado, tiene que hacer otra propuesta. Y debe ser realista». También se mostró convencido de que la empresa no llevará a cabo su amenaza de despedir a los 110 trabajadores de interior si la Junta no acepta el expediente de regulación de empleo. «Los despidos no son un pulso con la Junta, sino una medida de prudencia de la empresa. Pero analizaremos con rigor lo que se nos presente». Fernández consideró «muy razonable» la postura de los sindicatos y el Ayuntamiento de Villablino, «y por primera vez en parte la de la emmpresa», e hizo un llamamiento a buscar una solución «dentro de las exigencias que impone el juzgado». Por su parte el subdelegado del Gobierno se comprometió ayer, después de más de una hora de reunión, a trasladar al Gobierno la problemática de los trabajadores, que aseguró que ya conocen «tanto en Industria como en Presidencia». Álvarez destacó que el presidente Zapatero es «especialmente sensible» con este problema, y aseguró a los sindicatos que aunque la Administración general no tiene competencia en el asunto, «intentará crear el clima de diálogo necesario para resolverlo». El subdelegado sí se comprometió a agilizar al máximo todos los trámites administrativos que dependan de ellos, desde aquellos que se refieren a la ampliación del Feixolín a los que se presenten en el futuro.