Murias: «Quien vea delitos, que vaya al juzgado»
Conflicto laboral. El alcalde de Villablino, Guillermo Murias, reconoció que el conflicto de El Feixolín, inicialmente un problema judicial, ha pasado a convertirse en «un problema laboral, que no queremos que llegue a ser un asunto social. Hemos escuchado las posiciones de las administraciones, y lo que corresponde es analizar los informes que emita la Junta, para ver cuáles son las medidas de seguridad más adecuadas y empezar a trabajar en ese sentido». Legalidad escrupulosa. Murias insistió en que el Ayuntamiento ha cumplido la legislación de manera impecable: «Prevaricar es dictar una resolución injusta y hacerlo a sabiendas, y aquí, lo único que hemos hecho es cumplir un auto judicial. No veo la prevaricación por ningún sitio. Quien vea que hay un delito, tiene los juzgados abiertos para denunciarlo. Si piensan que se ha cometido una prevaricación, ya saben lo que pueden hacer». Ninguna injusticia. «No hay ninguna injusticia en todo lo que se ha hecho. Se ha cumplido de forma escrupulosa la orden del juez, y únicamente nos hemos limitado a cumplir con nuestra obligación. No veo dónde pueden estar las irregularidades», insistió el alcalde de Villablino. Juego político. Para el alcalde, hay otro trasfondo real: «La empresa quiere crear confusión y dispara contra el Ayuntamiento y la Junta, pero en realidad, lo que está haciendo es un juego político muy importante. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, hay mucho por decidir, y todas las influencias en este sentido, pueden contar a la larga».