El Gullón será adecuado para auditorio y adaptado para cine
El alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, señaló ayer que el teatro Gullón, construido en 1923, «será adecuado para auditorio, con un mínimo de 500 butacas», actuación que requerirá que el espacio del entresuelo sea reubicado más atrás respecto a su posición actual, dijo. Además, estimó conveniente que este edificio sea también adaptado como cine, con una infraestructura que consideró sencilla. Del mismo modo, expresó su deseo de que la maquinaria utilizada antiguamente para las proyecciones -el local fue remodelado para este uso en la década de los años cincuenta- sea colocada en el vestíbulo a modo de pequeño museo. Pese a esta idea, el regidor apostó por mantener el actual cine Velasco y llegar a acuerdos futuros con la propiedad que permitan desarrollar en ella actividades como pequeños conciertos, representaciones o proyecciones que no podrán tener lugar en el teatro mientras esté en obras. Asimismo, Perandones apuntó que el edificio Gullón dispone de una antigua sala de baile de más de doscientos metros cuadrados «que puede ser reconstruida recordando su decoración original y recibir un tratamiento acústico que permita su uso por la banda municipal para sus conciertos», indicó. El alcalde abogó también por recuperar la ornamentación primigenia del teatro, dado que «existe documentación sobre cómo estaba (el edificio) en 1923». En este sentido, consideró conveniente bordear los laterales de la sala principal con un palco corrido. La construcción «dispondrá de un ascensor» que comunique varias plantas. A la presentación del proyecto acudieron también el concejal de Turismo, Luis Álvarez, y el portavoz municipal de la UPL, Enrique Soto. Perandones indicó que «gracias al acuerdo del PSOE y la UPL el Ayuntamiento pudo comprar el teatro Gullón», y, al igual que el edil leonesista, estimó que la solución al complejo Lyda presentada ayer «permite salvar dos edificios emblemáticos, como el teatro y la biblioteca, y evitar la duplicidad de servicios (en que habría derivado el proyecto original del centro) sin coste alguno para la ciudad».