| Reportaje | El patrón de los labradores, en la provincia |
Otra procesión sin cura
Más de 300 vecinos de Laguna de Negrillos celebraron la fiesta de San Isidro sin la asistencia de un sacerdote después de que el Obispado de León se negase a enviar uno
La localidad de Laguna de Negrillos vivió ayer un episodio más del pulso que mantienen los vecinos con el Obispado de León motivado por la propiedad de la ermita del Arrabal. Más de 300 personas asistieron ayer a los actos religiosos para celebrar la fiesta de San Isidro sin que ningún sacerdote acudiera a oficiar la misa y posterior procesión para bendecir los campos. El Ayuntamiento de la villa había solicitado por escrito, a finales del mes de abril, al obispo de León, Julián López, la presencia de un cura para asistir a los actos eclesiásticos de las fiestas de Santa Cruz (5 de mayo) y San Isidro (ayer). Días después desde la diócesis la respuesta, también por escrito, fue clara: «para ambas celebraciones no procede que vaya ningún sacerdote, debido a la escasez de clero». Entonces la corporación municipal decidió llevar a cabo los actos aunque fuera sin párroco. Y así ha sucedido. Una feligresa ha rezado un rosario como sustituto de la liturgia. Y hasta se han bendecido los campos. La fiesta de San Isidro celebrada ayer transcurrió, por lo demás, con total normalidad. Primero se rezaron unas oraciones en la ermita del Arrabal, para a continuación sacar en procesión la imagen del santo. Tras recorrer varias calles de la villa, la comitiva se dirigió a las afueras del pueblo donde se procedió a realizar una bendición de los campos en la que una mujer esparció agua bendita. Después, vuelta a la ermita para finalizar el acto. Los vecinos comienzan a ver esta situación con cierta normalidad aunque alguno empieza a estar ya cansado y señala que «no hay derecho que el obispo nos trate así porque a algunos no nos importa la polémica que mantengan por la ermita. Estamos pagando justos por pecadores».
