El Ribera Carrizo, con 25 años de historia, espera recuperar este año sus tardes de gloria en La Bolenga

El próximo año el Ribera de Carrizo celebrará sus bodas de plata. En sus primeros años, el club consiguió forjarse un gran número de seguidores procedentes de toda la comarca del Alto Órbigo. Por aquel entonces, las tardes de los domingos en el campo de La Bolenga de Carrizo eran un hervidero. Hoy, mirando hacia atrás, se puede analizar el camino recorrido por este equipo modesto que tuvo sus tardes de gloria, sus ascensos y descensos e incluso, alguna época con casi 900 socios, cuando casi no los tenían algunos equipos de la capital leonesa de categorías superiores. Después de algunos años de crisis, con abandonos y deserciones, el Ribera de Carrizo ha resurgido de sus propias cenizas y desde hace algunas temporadas ha conseguido incrementar el número de espectadores en las tardes domingueras de partido en La Bolenga. El equipo sirve, además, de acicate para que un buen puñado de chavales de toda la ribera del Órbigo y de León capital -son 42 entre las plantillas de los dos equipos- practiquen el deporte y hagan disfrutar a la afición con su buen juego. «Quiero resaltar el trabajo y el esfuerzo de los jugadores por hacer las cosas bien, de ellos es todo el mérito y los triunfos conseguidos», declaró el presidente del club, José María Bermejo. Un acto entrañable se sumo a las celebraciones del fin de semana, la despedida del fútbol activo del jugador del Carrizo, Alberto Pérez «Jarero», con más de 16 años de fútbol en sus piernas. Después de haber pasado por diversos equipos provinciales, como el Astorga, La Bañeza, el Ponferrada Promesas, finalizó su carrera en el equipo de su pueblo, el Ribera Carrizo. En la gala, también hubo un momento para recordar sus pasos en el club.