Ebro invertirá 9 millones en el punto de recepción de remolacha

Una inversión de alrededor de 9 millones de euros en la fábrica azucarera de La Bañeza terminará con la descarga de la remolacha en planchas basculantes y agilizará la entrega del tubérculo en las instalaciones y redundará en la calidad del producto final. Ebro ha presentado ya la documentación necesaria para obtener los permisos de las diferentes administraciones implicadas (Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de La Bañeza y Confederación Hidrográfica del Duero) y acometer las obras del punto fijo de recepción -también llamado cero- en cuanto sea posible. El inicio de los trabajos está previsto, si no hay contratiempos, para el primer trimestre del 2008. Azucarera Ebro intentará aprovechar el periodo entre campañas para tener lista la obra. En caso contrario, continuaría con ésta al año siguiente. Como en otras factorías La construcción del punto fijo de recepción se ha considerado siempre como una garantía de continuidad de la fábrica bañezana, que dispondría así del mismo sistema de entrada de materia prima que el resto de las fábricas de Azucarera Ebro. El nuevo sistema de descarga agiliza reste proceso y supone una mayor calidad del azúcar al romperse menos la remolacha. Otra de sus ventajas es un ahorro energético para la empresa con respecto a las planchas actuales. Los camiones, que deberán ser volquetes, dejarán su carga en una explanada sin necesidad de que se proceda a un ensilado de la raíz como sucede ahora, por lo que los silos que existen en la actualidad serán demolidos. Sí que se reservará tubérculo para abastecer a la fábrica durante las noches y los festivos, al no interrumpirse la molturación de remolacha. Otra novedad en la fábrica azucarera de La Bañeza será la construcción de una nueva depuradora. En las próximas semanas, representantes de Azucarera Ebro presentarán el proyecto para iniciar el proceso de obtención de licencias ante las administraciones correspondientes. Aún no se ha facilitado el montante de la inversión en la infraestructura, pero la compañía quiere que la instalación garantice la calidad del vertido de agua en los diez años siguientes a su puesta en marcha.