Palazuelo señala que, después de cien años de historia, «han sabido adaptarse a los cambios»
El consistorio entrega la medalla de oro al colegio de las carmelitas
El Pleno reconoce la labor de transmisión de conocimientos y de valores realizada por los docentes
El colegio de las carmelitas de La Bañeza recibió ayer la primera medalla de oro de la ciudad, con motivo de su centenario, y en cumplimiento de un acuerdo plenario adoptado por unanimidad el pasado 15 de febrero. La directora del centro, Francisca Paredes, y la superiora, María Josefa Prida, recibieron del alcalde en funciones, José Miguel Palazuelo, la medalla y un diploma acreditativo, respectivamente. El portavoz en funciones de la APB, Emilio de la Mata, resaltó «la labor realizada por el colegio no sólo en la transmisión del conocimiento sino también en la de la educación y los valores», mientras su homólogo del PP, José Manuel Rodríguez, destacó que «muchos alumnos de este centro han sido muy conocidos en la ciudad y fuera de ella en distintos ámbitos». El representante en funciones del grupo socialista, Tomás Gallego, consideró que «en estos cien años, el colegio ha sido parte de La Bañeza y ha contribuido a escribir la historia de la ciudad». El regidor en funciones recordó que es la primera vez que el Ayuntamiento entrega la medalla, porque en otras dos ocasiones en que ésta fue concedida no pudo ser recogida, y recordó que por las aulas del colegio han pasado bañezanos ahora ilustres como el poeta Antonio Colinas. El equipo Palazuelo estimó que «el colegio ha ido adaptándose a los nuevos tiempos, en el contenido de la formación que imparte y en su propio aspecto», y tuvo palabras de recuerdo para el equipo docente y las religiosas que han trabajado en él a lo largo de su historia. Todos los grupos expresaron su deseo de que continúe esta labor. La directora recordó que el 15 de octubre de 1907 «tres hermanas con 15 alumnas comenzaron la andadura del colegio Nuestra Señora del Carmen» y precisó que el equipo «fue creciendo, también con la incorporación de seglares, y trata de mantener vivo el carisma de la fundadora, santa Joaquina Vedruna». Además, precisó que el estilo educativo del centro «se basa en las relaciones interpersonales y en la valoración a la persona».