El último paso

QUERIDO hermano: Algunos ya han terminado la guerra; hubo ganadores y derrotados. Los unos se han arrimado al pienso de inmediato y los otros están lamiéndose las heridas, con ansias de revancha de aquí a cuatros años. Lo de las mociones también planea por algunas cabezas. Porque hay unos terceros que, con la cuota mínima, se han arrimado al brasero y campan a su antojo designando alcaldes o tomando la poltrona al asalto. Por esta banda del Jerga, que ya no será objeto de juegos acuáticos, las cosas se han serenado. Queda el último paso, que es la designación de los diputados provinciales. En el PSOE ya han investido como presunto a Joaquín Llamas, sin que se hayan detectado movimientos sísmicos, ni nada que se le parezca. Nos debe a los del pueblo una carreterina para llegar más cómodamente al polígono; la vía es tan interesante como la de Veguellina que en los 80 nos acercó a la difunta azucarera; también fue promesa electoral, entonces cumplida. Donde andan las cosas no tan claras para este último paso, hermano, es en el PP. En primer lugar le han endosado el marrón a Sindo Castro; enderezar el rumbo perdido es la consigna; aunar voluntades, eliminar confrontaciones; armonizar las aspiraciones de cada cual y de las diferentes y reñidas familias es su tarea. Difícil le han puesto el oficio de lañador con los buracos que tiene la cazuela después del estropicio anteelectoral. Conversé con él el miércoles y qué quieres que te diga. Ilusionado, lo que se dice ilusionado, no se le ve; en cambio sí se mostró responsable porque dijo -y dicen- era hombre del partido; y ya sabes, «si tu me dices ven lo dejo todo»; y alguien tenía que apechugar con el morlaco que sale resabiado de los chiqueros. Aunque es de derechas tendrá que sacar mano izquierda si quiere dar bien el pase y poner un poco de orden en la plaza que tiene un tendido que no veas. Mira hermano; antes de todo esto le soltarán un mihura. En nada será la designación del diputado que corresponde a la comarca. No sé si habrá tortas o será capaz de encontrar la solución en esta su primera salida a la plaza. La cuestión es que hay más indios que caballos y solamente uno, o una, cabalgará hacia la plaza de Botines. Te cuento. Por ahora reina la calma chicha, pero cada uno anda trabajando el sillón provincial, haciendo labores de zapa y buscando los apoyos de los concejales que serán quienes decidan la cuestión. Por la bajines se dice que los colocados en línea de salida son los que el espía ha localizado: Nieto, el de Santa Colomba de Somoza; Silva, el de Turcia; Rosa, la de Villares; los entorchados conseguidos en las elecciones son los avales que los tres presentan. Después hay otros que, aseguran, se proponen la caza a la espera, que no es mala manera de coger pieza, aunque se dice no sea la más ortodoxa; se habla de alguno de la zona de la Cabrera; de Abello, el de Villarejo y algún que otro despendolado, con escasas posibilidades por haber resultado perdedores. En la recámara un peso pesado, por su constancia, Avelino, de San Justo de la Vega, que puede tener posibilidades por aquello del CTR y las continuas mayorías que ha dado al partido; aunque disimula, se le nota que el caramelo le gusta, como a Bono. Otro peso fuerte es Sutil, de Bustillo, gallo con espolones, cosechero mayoritario de votos; se jubiló hace cuatro años de la casa de los Guzmanes pero, murmiando, murmiando, debió darse cuenta que algo echaba en falta: el sillón que dejó allí; aseguran que quiere volver a la rodera. Sindo, al preguntarle si su hijo aspiraba al escaño, lo negó rotundamente. Para todos los aspirantes será el primer paso de esta andadura; para Faustino, con seguridad se presenta como el último; el tren pasa por el Juzgado de Astorga en nada de tiempo. Suerte, a todos.