Diario de León
Publicado por
PEDRO V. ÁLVAREZ COLLAR
León

Creado:

Actualizado:

CAMPANAS DEL MIEU tsugare / que vus tocan cun buen xeitu / xuntas cuando ía a tsume, / apriesa pa faer concechu, / al altu nus días santus / nas bodas ya pulus nenus, / cun ximidus ya tsamentus / cuandu encuerdan pulus muertus... Así, de esta manera, cun ximidus ya tsamentus, han tocado el pasado 26, día de san Pelayo, en Palacios del Sil, tan fuerte han tocado que su repiqueteo sonó en toda la patria patsueza. Nos hemos quedado sin voz con la desaparición de nuestra guía, Eva González. Tras la muerte del viejo pionero y maestro, Guzmán Álvarez hace unos pocos años; tras la muerte, meses atrás de Melchor Rodríguez Cosmén, escritor de los nuestro, ahora es Eva González la que nos deja. Ahora que unos pocos quieren resucitar la muerta lengua leonesa, deberían de tomar ejemplo de gentes calladas, que desde la patria de la humildad han sabido escribir en una lengua materna que mamaron. Guzmán, Melchor y sobre todo Eva han sabido darle al patsuezu el valor y el sentimiento de algo que nunca murió. El patsuezu, muy al contrario de ese leonés inventado, lleno de palabros que ni dios entiende, es una cosa que sigue vivo en el corazón de estos mundos pésicos. En Babia, Omaña, Laciana, Palacios, Páramo del Sil y en nuestros hermanos del otro lado de la cordillera Cerredo, Cangas del Narcea, se sigue hablando en patsuezu, cuando hablamos entre nosotros y no nos damos cuenta. En algunos de estos concejos se sigue escribiendo en patsuezu, con una u otra grafía, pero en patsuezu. Eva González fue para nosotros, ese oasis donde acudimos a beber todos los que sentimos en esta tsingua que aprendimos en las largas noches de estos inviernos lacianiegos, al calor del tsar. Noches de largos calechos y filadones donde los abuelos hablaban de lobos y las abuelas cardaban y filaban. Tengo, creo, toda la obra de Eva González y de su hijo, Roberto González-Quevedo, y he de decir que aunque debemos de reconocer a Roberto como el verdadero alma del nacimiento de una literatura patsueza, personalmente estoy más cercano de la poesía de Eva. Una poesía nacida de las entrañas del pueblo. Sin la existencia de la madre y del hijo hoy no existiría gran parte de lo escrito en pastuezu desde el lejano 1980, año en que vio la luz el primer tomo de Poesía ya cuentus na nuesa tsingua. La muerte de Eva González el pasado 26 deja la tsingua patsueza huérfana, sin esa madre-referencia a la que todos los que escribimos en ella siempre acudimos. Me cabe el grandísimo honor de haber participado allá en el año 1996, al lado de Eva, de Roberto y de otros muchos amigos, en la publicación del libro Cuentos de Lleón (por cierto agotado desde hace unos cuantos años y que no estaría de más reeditar). El encontrar un cuento tuyo al lado de nuestra gran maestra es, como digo todo un honor. Como honor es el tener su firma en algunos de sus libros. Algo grande... Otros podrán presumir de estar en antologías, en academias, en foros literarios. Pero tener el honor de ser la pionera, y la más grande escritora en la nuesa tsingua, está por encima de todo ello. A la tristura de la desaparición del babiano universal Guzmán Álvarez, de Melchor Rodríguez Cosmén, se une ahora la tristura de la desaparición de Eva. Sirva esta humilde «crónica» de despedida, a la vez que podría servir de petición de un sentido (y merecido) homenaje de los pueblos lacianiego, babiano y palaciego a estos tres ilustres escritores na nuesa tsingua... Despidamos a los tres con las sentidas palabras de Eva: Nun s'atoupa neste mundo una tsingua más guapina que la nuesa, nuesa fala, nuesa falietsa dulcina...

tracking