| Reportaje | Música y diversión a la antigua usanza |
De etiqueta medieval
El mercado medieval de Sahagún abrió ayer sus puertas y los juglares se desplazaron a la cena, en la que se exigía vestir con trajes acordes a la época. Los actos continúan hoy
Los zancudos, una atracción más del encuentro
Sahagún recupera este fin de semana el esplendor de los juglares, aquellos personajes que animaron las veladas a Alfonso VI y su familia durante sus estancias en la villa. De hecho, hoy los trovadores recrearán la expulsión de la villa que ordenó Doña Urraca en 1116. Ayer, el mercado medieval abrió sus puertas con el jolgorio de los zancudos y la música de las gaitas, los tambores y las flautas. La plaza Mayor de Sahagún fue el escenario también de talleres, aunque los juglares recorrieron las calles de la villa animando a todos los visitantes y vecinos. Este año, también se pueden alquilar los disfraces medievales en la oficina del Ceas, en la casa de cultura y en el auditorio, para que los visitantes puedan integrarse en la celebración juglar. El grupo Crispín d'Olot puso la animación a media tarde y la cena, en la que se exigía etiqueta medieval. En la cena, los juglares continuaron haciendo de las suyas, tal y como hacían en la Edad Media, animando las copiosas cenas de los reyes y nobles. Los actos continúan hoy con el mercado, que abrirá a las once y media de la mañana y con la representación de la expulsión. Por la tarde, en las ruinas de San Benito, habrá un taller de declamación de versos en la capilla de San Mancio y, en el porche de San Lorenzo, habrá cuentos y música árabe. El cierre de la jornada lo pondrá el desfile de antorchas desde las ruinas de San Mancio hasta la iglesia de San Lorenzo. El conjuro de la queimada lo realizará el grupo de Crispín d'Olot. Talleres de tañedores, de maquillaje y caracterización o de declamación, completan la oferta de la jornada juglar de hoy en la villa sahagunina.