Localizan la primera fosa con dos paseados en Gordaliza del Pino

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) encontró ayer en torno a las tres de la tarde la primera fosa común de las que está buscando en la localidad leonesa de Gordaliza del Pino. El arqueólogo de la asociación Javier Ortiz confirmó el hallazgo de tres tibias que pertenecen a dos personas pero hasta hoy no comenzarán a sacarlos. Según Javier «hemos localizado los restos por fortuna, ya que con las señas que nos había dado la familia no habíamos visto nada». Tras rastrear 120 kilómetros de zona el arqueólogo y su equipo decidieron buscar en otro lugar, encontrando en un principio huesos de animales que les sirvieron como pista, hasta dar con las tibias. A continuación los miembros de la asociación avisaron a la Guardia Civil y a la juez para que ratificaran el descubrimiento, ya que sin su permiso, no se pueden recuperar los restos. Una fosa histórica En esta fosa se cree que podrían encontrarse los restos de cinco vecinos de Grajal de Campos que fueron detenidos y asesinados entre los meses de septiembre y noviembre de 1936 y cuyas identidades pueden pertenecer a Alberto Aguado González, un pastor de 16 años, Juan Aguayo Núñez, ferroviario de 34 años, Deogracias Juan Ruiz, jornalero de 57 años y su hijo, Félix Cristobal Juan Lazo, jornalero de 28 años. Esta asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ya trabajó en una fosa de Gordaliza del Pino en octubre del 2003, cuando exhumó los restos de Antonio García Mallo y Aquilino Mayo Castellanos, dos concejales de Galleguillos de Campos. En aquella ocasión, la fosa pudo ser encontrada gracias al testimonio de Eutiquio Torralbo, quien de niño pasaba a menudo con un rebaño por la finca en la que se encontraba la fosa y a quien alguien le había señalado el lugar exacto en el que se encontraba. El objetivo principal de esta asociación es la búsqueda de hombres y mujeres que desaparecieron durante la Guerra Civil, víctimas de la represión que tuvo lugar en la zona controlada por los sublevados. Su origen data de la exhumación de una fosa en octubre del 2000, en la localidad leonesa de Priaranza del Bierzo.