El Temple regresó a Turienzo

Bajo la luz de la luna de la pasada noche, más de cien caballeros templarios volvieron al Torreón de los Osorio situado en el maragato pueblo de Turienzo de los Caballeros. El acto estaba representado por los Amigos de la Noche Templaria de Ponferrada y organizado por la Casa de León en Madrid y la Fundación Conde de Cabra. Esta recreación de la noche templaria en el Torreón de los Osorio cumple el objetivo de hermanar la asociación de Amigos de la Noche Templaria con el pueblo de Turienzo a través de su torreón templario, aclaró el director de escena, Miguel Varela. El desfile, compuesto por cien caballeros templarios procedentes de tierras bercianas y acompañados del grial y de los pendones que los identifican, partió de la iglesia de San Juan de Turienzo y tras recorrer las calles del pueblo llegó al torreón. Una vez allí, y con el complemento de música y fuegos artificiales, una voz en off leyó un texto que explicaba la leyenda que acompaña al torreón de los Osorio. «En una laguna cercana al torreón, denominada laguna Cernea, un joven templario fue seducido por una mujer natural del pueblo. La pareja fue sorprendida por el maestre templario y les convirtió en bafomet -piedras demoníacas- para más tarde pasar a formar parte de la Catedral de León», explicó el narrador. La voz en off aclaró a los asistentes que quienes allí llegaban eran los templarios procedentes del Bierzo y que acudían a esas tierras maragatas para hermanarse no sólo con Turienzo de los Caballeros sino con toda la comarca, quedando patente esta intención en ese momento y en ese lugar concreto. Un poco de historia La Orden del Temple fue una organización medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén en el año 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza. Por otra parte, el Torreón de los Osorio fue propiedad del Monasterio de San Pedro de Montes, y antes de los templarios y probablemente en épocas mucho mas remotas formó parte de un antiguo castro astur o romano. La función de este torreón antes de pertenecer a la familia de los Osorio fue proteger las cercanas minas de oro, y luego, en época de los caballeros templarios, vigilar el camino de los peregrinos que marchaban a Santiago de Compostela, antes de llegar a Ponferrada y Monforte de Lemos. Además figura como un Bien de Interés Cultural en el Inventario General del Patrimonio Histórico Artístico de la provincia de León.