Casi cualquier artilugio puede servir...
La idea es simple, pero no exenta de cierto riesgo. Se juntan plásticos, maderas o metales, se hace un chasis se le ponen ruedas y frenos, y uno se tira por la cuesta abajo a tumba abierta y sin ánimo de querer parar hasta la meta. El resto es lo que se puede ver y contemplar cada año en Cimanes del Tejar en las pruebas de los Autos Locos. Ahora que se ponen tan de moda los coches ecológicos, aquí se pueden coger ideas muy buenas. La primera, el buen espíritu de participación y las ganas de pasárselo bien y divertirse, escenas de auténtica comedia estrambótica y descacharrante se podrán ver durante todo el fin de semana.