Alfonso IX nombró nuevos caballeros de la orden deAquilare

Durante toda la mañana los músicos y malabares recorrieron la calle principal de la localidad, acompañados por la comitiva municipal y la numerosa población que estaba presenciando la rememoración de la época del medioevo en el Condado de Aquilare dando así la bienvenida a los visitantes y coincidiendo con la apertura de los puestos del mercado. Ya por la tarde, el Rey Alfonso IX y su séquito, que habían arribado a la localidad a primeras horas del día, montaron su campamento en el Prado Fuego y las inmediaciones del Castillo de Aquilare. Tras reponer fuerzas con la degustación de las viandas del Condado y descansar su caballería, la Corte se dirigió hacia la Casa Consistorial donde fueron recibidos por las autoridades municipales. Una vez formada la Comitiva Municipal, formada por el Rey Alfonso IX, la Reina, el Conde y la Condesa, el Obispo, el Infante, el Abad, los soldados y los Caballeros de Aquilare se dirigieron hacia el mercado de los puestos artesanos de la época. El público, que abarrotaba las calles de la localidad, asistió a las demostraciones de las habilidades, destrezas y valor que de los caballeros de la Orden de Aquilare realizaban ante el Rey y su séquito. El Rey Alfonso IX, después de reconocer públicamente el valor de los soldados les fue nombrando uno a uno, colgándoles la medalla que les distinguía como nuevos Caballeros del la Orden de Aquilare, después del juramente de fidelidad al Rey. Acabado el acto, el numeroso público, se trasladaron a visitar los más de 50 expositores ubicados en el recinto ferial, donde los visitantes pudieron obtener las mejores viandas de la comarca, adquirir cuero, vidrio, hiero y forja, repostería, hierbas medicinales, así como numerosos productos de los artesanos llegados a Sabero.