La quema del castillo de fuegos artificiales y la música de los mariachis, un éxito de público

Los sonidos llegados desde el otro lado del Océano Atlántico, de la tierra hermana de México, llenaron ayer por la noche la campa de Cimanes del Tejar, acompañando los actos de lectura del Pregón y la entrega de la Teja de Oro. Tras el pistoletazo de salida de las fiestas, fue la música la que logró animar a todos con sus sones. Canciones de su propia revolución y boleros de toda la vida gustaron al público que, mientras sonaba la música, disfrutaba de un vino español en compañía de las numerosas autoridades invitadas al acto de apertura de fiestas de San Bartolo en Cimanes del Tejar. Era casi media noche cuando todos los presentes disfrutaron de un imponente castillo de fuegos artificiales que iluminó la noche de Cimanes y también de buena parte de los pueblos cercanos, creando una atmósfera mágica que gustó a todos cuantos se acercaron a presenciar este espectáculo. A su término, continuó la fiesta, esta vez animada por sones venidos de otras tierras. La llegada de estos músicos de México se está convirtiendo en una tradición que arrancó el año pasado y que ha tenido una gran acogida por parte del público. En palabras del alcalde de Cimanes, Genaro Martínez, «pretendemos que sigan viniendo a pasar uno de los días de fiestas con nosotros los años próximos, pues es una música que gusta mucho al público y que anima de una manera muy especial las fiestas».