| Reportaje | Un arte olvidado |
Un homenaje a la minería
Avelino García, un artesano de 68 años, muestra en Caboalles de Arriba una exposición que cuenta con diferentes maquetas basadas en motivos típicamente lacianiegos
La exposición en homenaje al sector minero que el artesano Avelino García ha instalado en el Centro del Urogallo de Caboalles de Arriba, con piezas de más de cuarenta años de antigüedad, será clausurada el próximo viernes, una semana después de lo previsto, ante la gran acogida que ha tenido entre la gente. Este hombre de 68 años es un antiguo minero que comenzó sus trabajos de artesanía hace diez años cuando se quedó viudo, momento en el que aprovechó para empezar a dedicarse por completo a este arte que le sedujo desde el primer momento. Años antes, cuando Avelino cumplía el servicio militar, estuvo empleado en los talleres de aviación y allí tomó contacto por primera vez con este oficio mostrando grandes habilidades. Avelino García conoce todos los secretos de este trabajo que hoy en día está poco valorado a pesar de la dificultad y la paciencia que requiere confeccionar cada obra, sin embargo, su carisma y su modestia le hacen decir que «cualquiera con algo de ganas, podría realizarlo, igual que hago yo», señaló el artesano. Una oferta rechazable En la muestra pueden verse maquetas de la mina el Pozo María, de la del Grupo Paulina y un molino que funciona con agua, entre otras muchas piezas. Algunas de ellas las confeccionó cuando era joven y en una ocasión llegaron a ofrecerle hasta 12.000 euros por una, pero no aceptó la oferta porque para él la artesanía es ocio y no tiene ánimo de lucro. El artesano trabajó en los talleres mineros de las Rozas de Villablino y el cariño hacia su tierra le impulsó a organizar la exposición. Debido al gran número de casetas y piezas que ha tenido que construir, Avelino García indicó que es uno de los trabajos que más tiempo le ha llevado terminar. Según señala Avelino siente admiración por piezas fundamentales para la cocina, como el mortero y el pote realizados en bronce o el palillero en madera. También muestra un gran cariño por otras realizaciones como el arado, los típicos hórreos construidos en madera o la piedra que antiguamente utilizaba el afilador. Anteriormente, este hombre ya había presentado obras en otros lugares del valle, como en el Colegio Público Rural Agrupado de Caboalles de Arriba y hace cinco años en el Hogar del Pensionista de Villablino. Todas sus exposiciones han recibido la visita de innumerables personas que sienten curiosidad por cómo trabaja este artesano, que consigue involucrarles en su arte.