| Entrevista | Jaime Rosales |
«Perdemos bienestar espiritual»
El certamen de cortos acogió anoche la presentación de «La soledad», segunda película de Rosales, que refleja los problemas de la sociedad en una trama que comienza en León
Jaime Rosales, director de cine catalán, visitó ayer el Certamen Nacional de Cortos de Astorga, donde presentó su segunda película: La soledad , que se estrenó en julio. Rosales presenta al público una trama que se inicia en la provincia de León y pretende que, tras el último fotograma, la película continúe en la mente del espectador, en un ejercicio de reflexión sobre la sociedad española. -¿Por qué elige León como lugar de arranque de la trama? -Cuando empecé a imaginar la historia pensé en un pueblo en el norte de Castilla. No quería un lugar del País Vasco, por las connotaciones que lleva, especialmente lingüísticas. y mi productora, María José Díez, que nació en Cistierna, me sugirió que visitara el lugar para ver qué me parecía. Al final, rodamos en Cistierna y Sabero. -Un director de cine en un certamen de cortos de una bimilenaria ciudad. ¿Podría ser el principio de una historia? -Ya estoy pensando en mi próxima película y también necesito localizaciones fuera de Madrid. En concreto, necesito una zona de monte, con bosques y con un pantano. -¿Rodó cortos antes de dirigir su primer largometraje? -Rodé tres, en la Escuela de Cine de Cuba. Luego trabajé de guionista para un programa de televisión y en mi primera película, Las horas del día . -Dice la crítica que «La soledad» es para cinéfilos. -La concepción artística y económica (el cine es un arte, pero también un negocio) de la película en su inicio era más abierta y no tan exigente con el espectador. La soledad trabaja mucho la emoción, con fuertes golpes al espectador, pero tampoco es una película intelectual. En cualquier caso, me he dado cuenta de que es una historia para minorías y no de evasión, que obliga a realizar un trabajo de inmersión en la trama y precisa de y una reflexión. La película presenta la sociedad española actual y los temas transcendentales y debe continuar en el corazón y en la mente del espectador, después del último fotograma. -¿Cree que en los españoles existe esta fractura interior que viven sus personajes? -La sociedad española se está resquebrajando. Desde la perspectiva de la familia, cada vez aumentan más los divorcios y las separaciones, nacen menos hijos y las relaciones que existían en su seno, con los primos, por ejemplo, se diluyen poco a poco. Tendemos más a una sociedad a la americana, con un presión más fuerte en el plano laboral y en la que ganamos en bienestar material, pero perdemos en bienestar espiritual y material.