La presidenta tuvo que pasar también por «la triste»
El tradicional baile de las cachas editó un nuevo episodio este año, en el que la presidenta de la Diputación tuvo que pasar por «La triste», una tradición de acuerdo a la cual, los invitados de honor reciben los «golpes» de las cachas de los pastores, que no cesan hasta que el protagonista no entona un sonoro «¡Viva!» a la Virgen. Este año se añadieron cantos especiales en los que los vecinos de la localidad exigían con especial interés que la Diputación Provincial se acuerde de las tres poblaciones que integran el municipio «porque aquí es dond ese acaba la provincia de León», según recordaron.