El Ayuntamiento sopesa solicitar la IGP para los pimientos de Villares

Cerca de 10.000 personas disfrutaron ayer de la Feria de la Hortaliza y la Legumbre de Villares de Órbigo, que destacó de forma especial este año por la calidad del producto y por la notable cantidad que a pesar de las malas condiciones de la climatología en los últimos meses, no ha afectado a la producción de la huerta del Órbigo. Al hilo de la edición de este año, ante el éxito obtenido, el Ayuntamiento baraja la posibilidad de solicitar la Indicación Geográfica Protegida del Pimiento de Villares, para dotar de un sello propio a este producto, diferente al resto de los existentes en el mercado. Se posibilitaría de esta forma un mejor desarrollo del cultivo y de la explotación de la hortaliza, que mueve al año en torno a 30 toneladas, según cálculos estimativos. La participación de puestos en la cita de este año también creció de forma notable sobre las cifras del años pasado e incluso sobre las expectativas del Ayuntamiento. Más de 150 expositores abrieron sus stands al público, 40 de los cuales pertenecían a la propia población y sus alrededores. Precios variables El pimiento se pagó a entre tres y cuatro euros la docena, las guindillas rondaron el euro por la media docena, como ejemplos básicos del nivel del mercado, que en materia de legumbres vivió más incertidumbre y movimiento de cifras. El Ayuntamiento ofreció a los visitantes desde el puesto municipal muestras de vino de la cosecha de la zona, acompañado de pimientos, manzanilla y otros argumentos para una degustación gratuita, como recoge la tradición más reciente. Buenas ventas El nivel de ventas resultó también especialmente interesante, a tenor de las impresiones que dejaron entrever los propios productores. De hecho, restaurantes de reconocido prestigio de toda la provincia acudieron a la zona desde primera hora para tratar de recoger parte de los mejores productos de la cosecha, para poder ofrecer a sus clientes lo mejor de la zona.