Javier Santos y los fascículos de Tamariz

El Astorgano Javier Santos, de 24 años, es el nuevo subcampeón de España en la modalidad de magia de cerca, desde que el pasado 23 de septiembre se clausurarse en Barcelona la vigesimooctava edición del Congreso Mágico Nacional. A los 24 años, Javier Santos es licenciado en Comunicación Audiovisual y, en la actualidad, realiza sus estudios de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, que versa sobre efectos visuales y postproducción digital. Magia y televisión se unen en este astorgano, aficionado al ilusionismo, que, ante la programación actual de la pequeña pantalla no tiene muchos reparos para asegurar que en la televisión «no hay mucha magia y sí mucho cuento, por lo menos en algunos». En cualquier caso, reconoce que el medio televisivo «tiene un componente estético relacionado con la magia». Los fascículos de Tamariz Santos se aficionó al ilusionismo gracias a la televisión, con «5 o seis años». Llegó entonces «la caja de Magia Borrás y allá por 1991 o 1992 salieron unos fascículos de Juan Tamariz, que compraba todas las semanas en el quisco de Toño, el de la plaza de los taxis, pese al enfado de mi madre, que pensaba que no iba a terminar la colección». Sin embargo, el arranque del niño iba en serio y «leía cada fascículo y ensayaba todas las semanas. Además, tuve la suerte de que traía una serie de direcciones y de tiendas y sociedades de magos, con lo que pude comprar los primeros libros para estudiar y practicar». Su marcha a Madrid, para cursar sus estudios universitarios, le dieron la oportunidad de presentarse al examen de ingreso del Círculo Mágico de Madrid, al que pertenece. Santos llegó al congreso de Barcelona con un truco ideado para la ocasión. Se clasificó por detrás de Jaque, que fue el campeón, y por delante de Willy, un inglés afincado en Tarragona. Según explicó, el jurado evaluó la originalidad, presentación, técnica, programa y puesta en escena de los trucos. Pero la magia de cerca, la que realiza un artista sentado en una mesa o ante un grupo de personas, «no es lo que más mueve, y el mago de Astorga también practica la magia de escena, la más espectacular, que tiene en David Coperfield a uno de sus mayores exponentes: «Es precisamente por el que comencé y tuve la suerte de verlo en Madrid», asegura con entusiasmo sobre este personaje, al que considera «un renovador» que sigue inspirando hoy a muchos magos. Javier Santos actuó por última vez en Astorga en el año 2001, en el festival de magia de la ciudad y, ese mismo año, en un local de copas de ciudad. «Por los estudios no he podido venir a participar en otras ediciones. Pero se trata de un festival que ya tiene un buen nombre y que fue germen del que se celebra en León capital». La profesión Santos no se plantea la magia blanca, de la negra no quiere ni oír hablar, como salida profesional. «Vivir de esto es cuestión de dedicarle horas. A mí me van saliendo actuaciones y este premio es un incentivo, que duda cabe, pero no veo haciéndolo por obligación. La magia es para mí un placer. Si me tuviera que imponer unos horarios de práctica llegaría a la desgana y la desidia. Es una opinión que comparten otros miembros del Círculo de Madrid que tiene su trabajo además de esta afición». Javier Santos leerá su tesina en junio y seguirá con sus trucos, engañando a la gente «con un fin lúdico, sin quedarme con ella».