| Reportaje | Una convivencia con vocación de continuidad |
Ramas de un mismo tronco
Medio centenar de componentes de la familia Rubio Simón recuerda en la ciudad y en la Valduerna sus orígenes, ligados al enlace matrimonial de tres hermanos con tres hermanas
La vida de Agustín, Pepe y Victorino Rubio Asensio, vecinos de Villamontán de la Valduerna, discurrió paralela a la de Tina, Gloria y Fidelina Simón Sánchez, naturales de Castrotierra, a las que los tres hermanos decidieron unirse en matrimonio entre los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Las tres parejas tuvieron doce hijos, y las tres pudieron conservar a nueve de ellos. Estos 27 primos carnales, junto a sus esposos y esposas y otros allegados -en total, medio centenar de personas-, iniciaron ayer en La Bañeza la tercera edición de una reunión familiar que, en esta ocasión, pretende rendir homenaje a sus progenitores, todos ellos fallecidos. «Los tres matrimonios iniciaron su dura andadura y las dificultades de la época y otras puntuales obligaron a parte de los miembros fundadores a abandonar sus pueblos y a instalarse en distintos puntos de la geografía española: en León, Victorino y Fidelina; en Barcelona, Pepe y Gloria; y en Bilbao, Constantina y Agustín», explicó José María Rubio, uno de los impulsores del encuentro. Éste, que se prolongará hasta mañana, incluirá visitas a Destriana, Castrotierra y Villamontán, localidades natales o de establecimiento de los fundadores de la saga, así como una misa que tendrá lugar hoy a las 11.30 horas, en memoria de los familiares fallecidos, en el templo de la Virgen de la lluvia. Los primos Rubio Simón estrecharán durante estos días sus relaciones en torno a platos típicos como el cocido maragato, o a actividades como proyecciones de videos o bailes nocturnos. «Pasaremos un fin de semana en familia. Disfrutaremos de la hospitalidad de nuestros pueblos de origen. Pasearemos por sus calles empedradas. Contemplaremos su paisaje y su paisanaje, recordando a viejos amigos y algún que otro cachete o situación vivida. Serán curiosidades, experiencias y aventuras, algunas de las cuales tendrán difícil justificación, y otras nos harán pasar buenos ratos», explicó Rubio, respecto a los objetivos de la convivencia. «Si además esto puede significar un objetivo y una ilusión para seguir luchando en esta sociedad que nos ha tocado vivir, seguiremos intentando mejorar día a día en la convivencia y solidaridad de sus miembros, y nos sentiríamos satisfechos y contentos de haber conseguido, casi, el objetivo de la reunión», añadió. Los asistentes ya acordaron ayer realizar un escudo heráldico sobre su origen, y planean enriquecer el encuentro, que nació en Calahorra (Logroño) en el 2005 y continúo en Aranda de Duero (Burgos) en el 2006, con nuevas incorporaciones. «Queremos que en las futuras reuniones tomen las riendas nuestros hijos, y por qué no, nuestros nietos, y puedan seguir un ejemplo de solidaridad y familia con la participación de todos y cada uno de sus miembros», adelantó Rubio. Éste precisó también que la intención de los promotores de la iniciativa es incorporar, a partir del próximo encuentro, a otros primos que llevan el apellido Rubio como primero o segundo, y continuar así aumentando la familia que, según indicó, está repartida en numerosos puntos de la geografía nacional, como Murcia, Alicante, Madrid, Asturias o Vitoria, entre otros.