La historia en imágenes

Los astorganos y comarcanos nacidos en el año 1937 compartieron ayer con sus conciudadanos una mirada nostálgica al ayer, a aquellos momentos en los que no había vehículos en las calles de la ciudad y las plazas y los rincones ofrecían una imagen bien diferente a la actual. La iniciativa, que derivó de los encuentros periódicos que mantiene este colectivo, permitió poner ante los ojos de los asistentes instantáneas del jardín de la Sinagoga convertido en un auténtico vergel, o del entorno del cuartel y de la iglesia de San Andrés sin otras edificaciones cercanas. El repaso mostró también el parque infantil, en el que jugaban al fútbol los promotores de esta actividad, convertido en un descampado en el que no habían crecido aún las acacias que cobijarían después sus carreras infantiles. Las fotografías, en total un centenar, principalmente de los años treinta y cuarenta del pasado siglo, mostraban calles recoletas, edificios de alturas uniformes, viviendas con hermosos miradores, y varias fuentes rematadas por cabezas de león, que se perdieron en Astorga pero que mantiene la localidad de Castrillo. «Son todos documentos fehacientes del pasado de la ciudad, con los que queremos mostrar cómo ésta ha cambiado en estos setenta años», explicó ayer Fernando Alonso, uno de los nacidos en 1937, que fue el encargado de explicar al público las imágenes. «Es curioso que mucha gente por la calle lucía el traje maragato como ahora utilizamos un jersey y un pantalón», indicó Alonso, en referencia a varias imágenes que corroboran este comentario. El ponente destacó, entre otros descubrimientos insólitos revelados por las fotografías, que el paseo de la muralla lucía sendas vallas gemelas en ambos lados del puente del Postigo, o que en la trasera del edificio consistorial no existía la actual calle Manuel Luengo. El repaso estuvo estructurado en torno a un recorrido desde la entrada a Astorga por la carretera de León hasta la salida por el vial que conduce hacia Santa Colomba de Somoza. Las fotografías, la más antigua de las cuales es de finales del siglo XIX, pertenecen en su mayoría a la colección particular de Fernando Alonso, aunque algunas son propiedad de Roberto Alonso, según indicó el ponente, que ha ido atesorando desde su juventud imágenes de la ciudad y de otros puntos de la provincia, hasta lograr reunir unas cinco mil. En el acto también participaron el alcalde, Juan José Alonso Perandones, que realizó la introducción; la responsable de la biblioteca, Esperanza Marcos; y Demetrio Fernández, que, como representante de los nacidos en 1937, presentó al ponente.