Por el aprovechamiento mutuo
El taller de empleo es la décimoprimera iniciativa formativa que promueve el consistorio y de la que se benefician tanto los alumnos como los ciudadanos, receptores de sus trabajos
Un momento del trabajo en el módulo de fontanería y calefacción
l Ayuntamiento de Astorga inició la promoción de este tipo de proyectos formativos con una casa de oficios de textil a finales de los años ochenta del siglo pasado. A ella sucedieron seis escuelas taller y cuatro talleres de empleo, el último de los cuales, denominado Hipocausto, está a punto de cerrar sus puertas. El acto de entrega de diplomas a los participantes tendrá lugar el próximo 30 de octubre a las 13.00 horas, en la sede del taller, según confirmó su directora, Concepción Crespo. En estas casi dos décadas de trabajo, los alumnos de las sucesivas escuelas taller y talleres de empleo han dejado su particular legado a la ciudad, a través de sus actuaciones enmarcadas en cada proyecto formativo. Así, pudo quedar habilitada la sede en la que reciben las clases teóricas y prácticas, y han realizado mobiliario urbano y el destinado a los museos del Chocolate y Romano, la jefatura de policía local, o la escuela de música. Además, los asistentes construyeron las escaleras y barandillas de la bajada de La Brecha y la fuente de El Mayuelo, vallaron el perímetro de la muralla en el paseo Blanco de Cela, restauraron la Casa Elsa, el templete de música del jardín de La Sinagoga, y el monumento del león y el águila de la plaza de Santocildes, al tiempo que limpiaron y acondicionaron dos tramos del río Jerga. Los alumnos también trabajaron en la excavación de las termas menores y la puerta romana. Dos de los talleres de empleo incluyeron sendos módulos de auxiliar de geriatría, el último de los cuales logró una inserción laboral del 100%, destacó Crespo. Mientras, Hipocausto cuenta con dos módulos, de diez alumnos cada uno, dedicados, respectivamente, a la restauración de muebles y a la fontanería y calefacción. El primero de ellos es íntegramente femenino, y en el segundo los hombres representan el 30% del alumnado. Los asistentes al módulo de muebles han restaurado diversas piezas que fueron propiedad del compositor Evaristo Fernández Blanco y de los escritores Ricardo Gullón y Luis Alonso Luengo. El bastón y el atril del músico, o su metrónomo; el despacho, las librerías o la mecedora de Gullón, y el comedor, el dormitorio y un butacón de Alonso, son algunos de los objetos sobre los que trabajaron. Además, acondicionaron mobiliario propiedad del Ayuntamiento, del que cabe destacar un mueble y la mesa del antiguo despacho del alcalde o el arca que guardaba la recaudación procedente de los tributos, destacó Crespo. Mientras, los alumnos de fontanería instalaron la calefacción en la sede del taller de empleo, y repararon y colocaron, respectivamente, los servicios higiénicos en la escuela de música y la nueva sede de la policía local. Como finalizaron estas actuaciones antes de tiempo, el proyecto del taller quedó ampliado con la instalación del riego por aspersión en el parque de La Eragudina. La directora, y los monitores Manuel Martínez y Roberto Santos, realizaron un balance muy positivo del taller y del nivel de compromiso de los asistentes. La primera destacó que el absentismo laboral fue apenas del 1%. Otro taller de empleo, Solarium, tomará el testigo de éste en noviembre.