Una deuda con su creador
La muestra es fruto del trabajo de Maximino Descosido, maestro del pueblo y fundador de la Asociación Misión Rescate en el Valle del Eria, que aún hoy sigue su labor
Castrocalbón y las tierras bañezanas se lo debía. El Maec (Museo Arqueológico y Etnográfico de Castrocalbón) se apellida Maximino Descosido Fuertes porque este maestro no sólo consiguió que un pueblo como éste saliera en Televisión Española en los años 70 por su labor de recuperación de piezas arqueológicas, sino también por los desprecios que tuvo que aguantar de algunos de sus vecinos por su oposición al derribo de la mayor parte de la iglesia del pueblo, de estilo mudéjar y por la capa con la que se cubrió lo poco que del templo primitivo quedó en pie. Además, si la apertura del Maec ha sido posible fue gracias a su labor y la de la Asociación Misión Rescate en el Valle del Eria, que creó el mismo Descosido. Al mismo tiempo, en documentos que se pueden ver en la exposición, el profesor del pueblo ya habla del Museo de Castrocalbón. Exposición etnográfica en su planta baja, en la superior se muestran las piezas desde el paleolítico inferior hasta las edades moderna y contemporánea, si bien se reproduce una antigua aula de escuela y un viejo despacho del Ayuntamiento. La exposición no recoge todos los fondos disponibles. Aún hay piezas de interés en el almacén. En cualquier caso, no sólo el municipio ha aportado fondos al Maec, también hay vestigios del pasado procedentes de puntos tan lejanos como Villazala o Truchas, de los vecinos Quintana y Congosto y Santa Elena de Jamuz, incluso de la Valduerna y del valle del Tera. El visitante puede contemplar desde rudimentarias hachas de la prehistoria a un puñal hispano-árabe, con un calado en su hoja para asegurar la muerte del enemigo. Además, en el Maec se aprende que las tenazas de jurrar de Alija del Infantado se utilizaban aquí por los Juanillos , un carnaval «muy parecido al de Verín», señala Ramona Carbajo, guía de la muestra, en el que los participantes se cubrían con pieles y colgaban cencerros y, con el instrumento, cogían las faldas de las mozas. En las vitrinas un libro de pronósticos, El no plus ultra del Lunario y pronóstico perpetuo, general y particular para cada reyno y provincia, advierte haber pasado la censura de Santa Inquisición. El ejemplar se imprimió en Valladolid, en 1769. Un miliario recuerda el paso de la calzada romana entre Astorga y Braga por el término municipal, también se encuentra un hito augustal de la Legio X Gemina, un ara que, al parecer, sirvió para dedicar a la diosa Fortuna unos baños construidos en la hoy zamorana Sansueña. No falta la referencia al fuero de Castrocalbón y, dentro de la administración, destaca el arca de los tres Claveros , cuya apertura sólo era posible conforme a la voluntad de tres personas, por poseer cada una de ellas una llave (corregidor, alcalde y secretario) por la importancia de su contenido.