Una feria de nieve y dulces

La feria de Puebla de Lillo volvió a congregar durante todo el fin de semana numeroso público que se dio cita en el recinto ferial, donde una treintena de stands permitieron a los asistentes poder adquirir productos agroalimentarios de la comarca y de la provincia. Esta feria multisectorial del esquí y ocio de montaña junto con las jornadas de la matanza llevó pareja la posibilidad de disfrutar de dos días de menús elaborados a partir de carne del cerdo, como el picadillo y la morcilla, las patatas con costilla, lomo, manos, morro, rabo y orejas que se ofrecieron en los restaurantes de todo el municipio. Las jornadas han sido una forma más de disfrutar del fin de semana de la feria. Los productos agroalimentarios de la zona y en especial los dulces han tenido una aceptación importante. La gente empezó a «hacer boca» con los dulces propios de la parva previa a la matanza del cerdo. La tradición antes del rito exigía tomarse un orujo y unas pastas para continuar con el sacrificio del animal. Un acto que si bien hoy es una forma de recordar una tradición, hace años era una forma de subsistencia ya que en prácticamente todas las casas durante los meses de noviembre y diciembre se realizaba el sacrificio del cerdo, puesto que su carne era la fuente de alimentación a la espera de los duros inviernos marcados especialmente por la nieve y las fuertes heladas. Este proceso cada vez se realiza menos ya que la comodidad de los tiempos hace que las gente adquiera los productos del cerdo en canicería y supermercados. Además este tipo de ferias que se desarrolla en varios puntos de la Montaña Oriental Leonesa trata de ser un escaparate para dar a conocer los productos agroalimentarios de esta parte de la montaña leonesa. En esta edición hay que destacar la presencia del stand de la asociación de mujeres rural de alta montaña, un grupo que ha realizado la apuesta de montar negocios y pequeñas empresas en este municipio.