El valle trata de recuperar la vieja tradición del ramo en la comarca

La localidad de Villablino celebró el pasado miércoles la fiesta en honor a San Esteban, en el transcurso de la cual se recuperó de nuevo la tradición del ramo leonés y se celebró una misa en la iglesia de Santa Bárbara. Se trata de una antigua costumbre que se había perdido en los últimos años y que, a tenor de las expectativas que se han creado, bien pudiera ser que se convierta ya en una costumbre habitual para los próximos tiempos. El ramo es un triángulo de madera adornado con distintos dulces que, dependiendo de las zonas, lleva una decoración diferente y se confecciona con materiales diferentes. Así, en el caso del que se celebró en este caso, se trata de manteca embutida en tripa, rosquillas y dulces típicos de la zona. La tradición marca que los vecinos deben procesionar con el propio ramo y a la vez entonar los cánticos correspondientes. La labor tuvo protagonistas de lujo en esta oportunidad, puesto que se encargaron de la misión los miembros de Txaciana y la coral de Santa Bárbara, que desplegaron lo mejor de su repertorio para actividades de estas características y cuando se trata de casos de estas condiciones. El concurso del «Pionono» un tradicional dulce similar a los brazos de gitano, que se subastó de forma pública, fue otra de las cuestiones que concitó especial atención para los asistentes a la festividad, tras la cual, tuvo lugar un vino español al que se permitió el acceso de todos aquellos habitantes de la comarca que quisieron sumarse al evento. El salón parroquial fue el escenario en el que tuvo lugar el evento con el que se cerraron los actos correspondientes a la celebración en cuestión, que permitió abrir un nuevo horizonte de esperanza.