El relleno de escombro del acceso al monasterio facilita la entrada de vehículos
El Ayuntamiento confirma que la maleza daña el mosaico de la abadía
La concejala de Cultura teme que el daño en el pavimento sea mayor si se arrancan las plantas
El Ayuntamiento de San Esteban de nogales teme llevar a cabo labores de eliminación de maleza en el Monasterio de Santa María de Nogales ante la posibilidad de que éstas puedan afectar a los restos excavados en dos intervenciones arqueológicas, según indicó la concejala de Cultura, Chelo Prieto. «Antes, con ayuda de Promonumenta, se realizaban tareas de limpieza junto a los muros. Pero, ahora, tras las dos actuaciones que se llevaron a cabo y ante la imposibilidad de controlar a todo el mundo, podría ser que alguien arrancase la maleza que ha crecido en el claustro, de manera que estropee lo que se sacó a la luz». La aparición de maleza en la zona de actuación, dos pandos del claustro de lo que fue la abadía, trae de cabeza a los responsables municipales: «Ni se puede arrancar ni se puede dejar a ahí», señala la concejala, para la que las malas hierbas suponen un daño pavimento de este espacio, de canto rodado. Se trata de «plantas con una raíz profunda, cuyo crecimiento estará rompiendo el mosaico», explica. El recubrimiento geotextil y la capa de grava que se aplicó con el fin de preservar el pavimento del claustro en el año 2004 no ha aguantado el paso del tiempo sin que se realicen otras tareas de recuperación del lugar, como esperaba el Ayuntamiento. Las excavaciones Tras dos intervenciones, la primera por importe de 7.200 euros y la última con 27.300 euros de presupuesto, los técnicos de la Junta de Castilla y León recomendaron al Ayuntamiento de San Esteban solicitar a la Junta de Castilla y León la redacción de un plan director para la consolidación de ruinas en el monasterio. A punto de que se cumplan tres años de la solicitud, el Ayuntamiento aún no ha recibido contestación. En otro orden de cosas, los mismos técnicos que realizaron esta recomendación indicaron la necesidad de evitar la entrada de vehículos en el recinto, así como advertir el riesgo de desprendimiento que existe en el lugar a quienes acceden a pie. Pese al cartel que colocó el Ayuntamiento de San Esteban, en el acceso al monasterio desde la carretera de Alcubilla se ha vertido escombro, para evitar la posibilidad de que los bajos de los vehículos no peguen contra el antiguo cubrimiento de una acequia, como sucedía antes.