Los residentes de Nuestra Señora del Valle se mudan

Los residentes del centro para personas con discapacidad intelectual grave Nuestra Señora del Valle se mudan el próximo 18 de febrero. Sin embargo, su cambio de residencia , si así se le puede llamar, se realizará dentro del complejo asistencial de la Diputación. El cambio no afectará a los 131 residentes del Valle, pero sí a una gran mayoría de ellos, además de al personal y su objetivo es mejorar la calidad de la asistencia que reciben los discapacitados. Según indica la directora del centro, Isabel Sánchez del Palacio, la mudanza masiva, entre los dos pabellones del área residencial del complejo se debe al plan de calidad diseñado para nuestra Señora del Valle, en un equipo de profesionales del centro, asesorados por una consultora. El reto consiste en mejorar las condiciones de vida del interno, con un plan de atención individualizado. «No es que antes no existiera esta atención personal, sino que obedece a las nuevas tendencias» en el tratamiento de la discapacidad, explica Sánchez del Palacio». De esta manera, los grupos de residentes «no serán tan homogéneos en función de la discapacidad, sino que se busca una diversidad, de manera que se favorece la autonomía personal en el grado en que cada uno la puede ejercer», señala. En un solo día La reorganización de los residentes «lleva mucho tiempo» y ya se ha informado de ésta a sus padres. A la tarea se sumó después la de distribuir el personal, un total de 139 trabajadores, en función de la nueva composición de las unidades residenciales, «respetando las peticiones de destino», que han realizado. El próximo viernes, se presentará el plan de calidad a los trabajadores, paso previo a una mudanza que se debe preparar «al detalle» y que se realizará en una sola jornada. «Los residentes participarán del cambio, sabrán que van a otro sitio y que allí se les recibe», señala la directora del Valle, que explica que cada cambio conlleva mover todos los enseres del residente: ropa, colchón y cama. «En una unidad residencial donde todos los residentes son parecidos , con el tiempo se tiende a prestar los mismo apoyos a cada uno, en lugar de abordar programas individuales que estimulen su potencial desde sus diferentes capacidades», cita la revista del centro, Entre nosotros , en su último número.