El alcalde denuncia que la Junta tardó 15 horas en acudir a un incendio

El alcalde de Lucillo, Pedro de Cabo, denunció ayer que el servicio de Medio Ambiente de la Junta tardó quince horas en acudir a la localidad a apagar un incendio. Siempre según la versión del regidor, responsables municipales, vecinos e incluso patrullas de la Guardia Civil telefonearon a los servicios de extinción en repetidas ocasiones, pero sin éxito, «cuando en Tabuyo hay una motobomba parada», dijo de Cabo. El incendio comenzó a las 18.30 horas del pasado martes en unas fincas particulares de Lucillo, de las que se extendió a una zona de monte. El alcalde no descartó que su origen fuera intencionado porque, al parecer, el fuego tenía varios focos. De Cabo señaló que los vecinos del pueblo intentaron apagar con sus propios medios «que eran muy escasos» las llamas mientras permanecían en las tierras de pasto, pero desistieron cuando vieron que penetraban en el monte. «Yo mismo no permití que la gente entrara al bosque, porque en algunos momentos hacía bastante aire y había peligro», dijo. «Toda la noche» De Cabo calculó que las llamas pudieron calcinar una superficie cercana a las cien hectáreas. «El fuego estuvo ardiendo toda la noche en el monte, aunque como bajaron las temperaturas, fue a menos», indicó el alcalde, que señaló que, a las 9.30 horas del miércoles, se personaron en la localidad una patrulla antiincendios y un helicóptero con su correspondiente personal. «Hasta ese momento no apareció nadie, desde las 18.30 horas del día anterior» precisó de Cabo, que apuntó que estos operarios «tardaron una hora en apagar el fuego». El alcalde indicó: «El teléfono al que llamábamos para avisar comunicaba, luego nos dijeron que no podían venir porque estaban en otros incendios». El regidor consideró «lamentable» este episodio. «Como ardía un monte de libre disposición, propiedad de la pedanía, y no uno de utilidad pública, cuya competencia es de la Junta, nos dejaron abandonados», dijo. De Cabo indicó que estudiará pedir responsabilidades a la Administración autonómica por estos hechos, y precisó que los vecinos aprovechaban la leña del monte para autoabastecerse.