Varias fuentes confirman que eran utilizados desde que entró en funcionamiento el pozo
El agua contenía productos usados para reducir el arsénico o el hierro
Un grupo de vecinos quiere analizar el agua de la vieja captación «por precaución» 1396927554
El agua de la red de suministro de Nistal de la Vega era tratada con sulfato de aluminio, entre otros productos químicos, desde que entró en funcionamiento el nuevo pozo, que en las últimas semanas se ha demostrado que contenía elevados índices de arsénico, según confirmaron el secretario de la junta vecinal, Lucas Fuertes, y el presidente de la comisión de aguas, Luis Cuervo. «Esos productos se pusieron cuando se hizo el pozo, se echaban desde el principio, de modo habitual», indicó el primero, que dijo desconocer cuál era su función, aunque señaló: «Decían que era para reducir el hierro, que estaba un poco alto». Cuervo precisó, por su parte: «Esos productos se estaban echando desde que se inauguró el pozo, puedo garantizar que desde el primer día», al tiempo que aclaró que él llevaba dos años en la comisión de aguas, «y ya medio año antes se utilizaban». «Nadie me ha explicado para qué se empleaban, supongo que como correctores de algún elemento que tuviera el agua. Algunos vecinos dicen que para el arsénico, pero yo no lo creo, otros que para rebajar el hierro», dijo. «Pero no se han quitado desde el primer día, a veces se sube o se baja la dosis, aunque no hay mucha variación», añadió. Polifosfato Mientras, Manuel Ortiz, licenciado en Química y natural de la localidad, precisó, a preguntas de este periódico, que «el sulfato de aluminio suele utilizarse habitualmente, por lo que respecta al agua, para eliminar de ella el arsénico o el hierro». Otro de los productos que lleva el agua de la nueva captación es el polifosfato líquido, «que suele emplearse para eliminar la dureza del agua y estabilizar el hierro». Finalmente, el hipoclorito de sodio (o cloro) «normalmente es utilizado para eliminar bacterias del agua». Ortiz precisó también que «existen más productos, además de los mencionados, para eliminar el hierro del agua, aunque el sulfato puede ser lo más eficaz». El agua extraída del pozo era izada al depósito, del que pasaba a las instalaciones que contenían, y contienen, tres bidones, uno para cada uno de los productos citados, así como instrucciones respecto a las dosis adecuadas que habría que echar al agua, según ha podido comprobar Diario de León. A la salida de esta caseta existe un filtro «que sirve para eliminar la materia sólida suspendida en el agua», indicó Ortiz. Esta materia sólida pueden ser partículas de cualquier tipo que lleve el líquido, o partículas en las que se conviertan elementos como el arsénico o el hierro al ser eliminados de la disolución y transformados en sólido, precisó el técnico. Cabe recordar que numerosos vecinos de Nistal han expresado, desde que comenzó el problema del agua contaminada, sus sospechas de que pudieran haber estado consumiendo arsénico desde el primer día que entró en funcionamiento el pozo. No obstante, ninguna fuente oficial ni extra oficial ha confirmado este extremo hasta la fecha. Durante el fin de semana Cipriano Pérez, portavoz vecinal, indicó que un grupo de vecinos extrajo durante el fin de semana agua de la antigua captación, en el camino de Celada de la Vega, con el fin de llevarla a analizar y comprobar su calidad. «Pediremos a la junta vecinal que realice esta analítica, pero si no acepta la haremos nosotros, para saber si este agua tenía el mismo problema que la del pozo nuevo», apuntó Pérez. Éste afirmó también que un familiar suyo llevó «hace dos años» una muestra de agua del pozo nuevo a analizar «y le dijeron que no se podía beber, que tenía de todo, también arsénico». Pérez precisó que él dio aviso de la situación a la junta vecinal «pero sin éxito, porque pedían documentos que lo acreditasen, y no existen, al tratarse de un laboratorio privado» para el que trabaja dicho familiar.