El juego de campanas incluye el toque para el cierre de la muralla

El juego de campanas que acompaña al reloj tiene el toque para marcar la horas pero también el toque de queda «que se utilizaba cuando se cerraban las puertas de la muralla», apuntó Emilio Morais. El doctor de la ULE precisó que «este toque dejó de usarse en el siglo XVIII, porque las murallas quedaban abiertas». El segundo reloj fue contratado en 1805 al relojero Bartolomé Fernández, vecino de Astorga, que lo realiza, también en hierro, para el mismo emplazamiento y con un funcionamiento similar, indicó Morais. «El contrato incluye un dibujo de Fernández de cómo sería la maquinaria», añadió. Morais precisó que los tres profesores pretenden realizar «un estudio científico y divulgativo» con la documentación hallada, con el fin de publicar un libro.