Los secretos mejor guardados del Ejército
Carne o pescado en latas, sopas de verdura o de pollo en sobres, pastillas para calentar o un hornillo que cobra forma a partir de una aparente chapa metálica, son sólo algunos de los artículos que los militares consumen y utilizan para alimentarse cuando se encuentran de maniobras. Además de esta sorpresa, un paseo por la exposición de material y equipo que el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña (Ralca) 62, con base en Astorga, abrió ayer en la explanada de El Melgar, puede deparar al visitante no muy ducho en cuestiones militares otras informaciones inesperadas. Por ejemplo que, el cañón 155/52 Santa Bárbara puede realizar diez disparos durante su primer minuto de puesta en funcionamiento, que el lanzagranadas C 90 es de un sólo uso, que el lanzador Teruel puede arrojar en 23,4 segundos 40 cohetes, o que el kit de supervivencia militar contiene unas pastillas potabilizadoras que, media hora después de entrar en contacto con el líquido, convierten en óptima casi cualquier tipo de agua a la que mandos o tropa puedan tener acceso en momentos difíciles. La exposición fue inaugurada ayer por el general de brigada de artillería, y jefe del Mando de Artillería de Campaña, Tomás Rivera, que situó esta iniciativa en el marco de la conmemoración del segundo centenario de la Guerra de la Independencia. Con idéntico motivo, Rivera adelantó que el próximo 10 de julio, previsiblemente, partirá a pie una representación de unos ciento cincuenta militares del regimiento astorgano en dirección a Medina de Rioseco (Valladolid) para conmemorar allí el día 14 la batalla del mismo nombre, que tuvo lugar en 1808. El horario de la muestra es de 10.00 a 21.00 horas hasta el viernes, y el sábado sólo hasta las 19.00 horas.