San Froilán bajó de la gruta

San Froilán volvió a bajar de su gruta, en lo alto de la blanca peña, a las eras de La Valdorria para que las gentes del ayuntamiento de Valdepiélago, la montaña del Curueño, y todos los leoneses que mantienen la antigua tradición, celebrasen con su venerada imagen la «Rogativa de Mayo». A las diez de la mañana partía la procesión desde Valdepiélago, guiada por su pendón, y a medio día se celebraba la misa en honor del patrón en los prados a pie de los cuales arrancan los 365 escalones de piedra viva que por siglos mantuvieron las facenderas de los montañeses. No faltaron las morcillas No faltaba en la campa sobre el pueblo el lugar de reposo y fiesta donde los romeros pudieron disfrutar las morcillas siempre vinculadas a ese Abad y Obispo que un Pueblo, hace ya más de mil cien años, aclamó como su Santo. Las tradiciones leonesas mantienen un año tras otro la estela de las costumbres que hacen de las tierras leonesas un bastión de características inigualables a la hora de emprender actividades de estas características. Y en Valdepiélago, en La Valdorria y en todos los alrededores, ayer volvió a celebrarse a lo grande una cita que no tiene comparación.